El canciller alemán Olaf Scholz ha conseguido que su formación, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), acepte pese a resistencias iniciales que se estacionen armas estadounidenses de largo alcance en suelo germano, en vista de lo que perciben como un amenazante comportamiento de la Rusia de Vladímir Putin.
En una resolución de la dirección del SPD, la formación expresó su claro respaldo a los planes forjados en el marco de la última cumbre de la OTAN en Washington, según los cuales se estacionarán misiles estadounidenses con un alcance comprendido entre 1.600 y 3.000 kilómetros.
«El acuerdo entre el Gobierno liderado por el SPD con la administración estadounidense para estacionar misiles estadounidenses de mayor alcance en Alemania a partir de 2026 es un importante paso adelante», señaló el Comité Ejecutivo en su resolución, titulada «Organizamos la seguridad para Alemania y Europa».
«Como SPD, asumimos la responsabilidad de garantizar que ningún niño que nazca hoy en Alemania tenga que volver a experimentar la guerra», afirma el texto, que llega después de que algunas voces socialdemócratas airearan su escepticismo con el compromiso alcanzado en Washington.
Por ejemplo, Rolf Mützenich, jefe del Grupo Parlamentario del SPD en el Bundestag, que llegó a alertar de que la acordada llegada a Alemania de misiles estadounidenses como los Tomahawk -a los que se atribuye un alcance de 2.500 kilómetros- podría suponer una «escalada militar» con Rusia.
Paz entre los socialdemócratas
«Los misiles tienen un tiempo de alerta muy corto y abren nuevas capacidades tecnológicas. El riesgo de una escalada militar involuntaria es considerable», señaló Mützenich.
Pasadas un par de semanas, sin embargo, se han impuesto a esas voces las de los partidarios de apoyar la voluntad de Olaf Scholz de contar con armas estadounidenses que sirvan para la disuasión frente al hostil comportamiento internacional de Rusia.
«En esta resolución hay un aspecto de política exterior, pero también de tener paz en el partido y ganar elecciones», dijo a EFE Marcel Dirsus, experto del Instituto para la Política de Seguridad de la Universidad de Kiel.
Un canciller cercano a Estados Unidos
«A Scholz se le percibe como alguien cercano a los Estados Unidos, pero esto no es una cosa que sea natural a todo canciller socialdemócrata», agregó Dirsus, al aludir a un SPD que en el pasado ha sido muy reacio a invertir recursos en seguridad y defensa.
«No es que los socialdemócratas hayan sido siempre pacifistas, de hecho con socialdemócratas como el canciller Helmut Schmidt en el SPD hay tradición de tomar decisiones difíciles. Pero hubo una fuerte corriente entre los socialdemócratas reacia a invertir en el Ejército, que quería priorizar el comercio en su relación con Rusia y mucho de todo eso ha cambiado ahora», expuso Dirsus.
Este experto se refería a cómo tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el SPD ha adoptado políticas impensables hace tan sólo tres años.
Es más, Alemania se ha convertido en el país europeo que más apoya a Ucrania frente a la agresión rusa.
«Ahora mismo hay blindados alemanes en Rusia cuando poco antes de la guerra el apoyo que se quería prestar a Kiev eran cascos para los soldados ucranianos, y no hay un escándalo en la calle, hay quien se opone a ese apoyo, sí, pero no hay un escándalo», comentó Dirsus, que aludía a la incursión en suelo ruso que protagonizan varias unidades del Ejército de Ucrania desde la semana pasada.
Un riesgo electoral
Con todo, el acuerdo para la llegada de las armas estadounidenses ha supuesto que Scholz reciba nuevas críticas de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y su equivalente en la izquierda, la Alianza Sara Wagenknecht (BSW), dos formaciones a las que los sondeos auguran buenos resultados electorales.
Ambos partidos son críticos con la política de apoyo a Ucrania del Gobierno de Scholz.
De cara a los comicios del 1 de septiembre en Turingia y Sajonia -estados federados del este germano- AfD parte como favorita, según los sondeos, que también sitúan a la BSW con un resultado superior al de los partidos del Ejecutivo, compuesto por SPD, Los Verdes y los liberales del FDP.
Para esa cita con las urnas, según Dirsus, Scholz y su SPD corrieron un «riesgo» este martes al dar cuenta de su resolución sobre las armas estadounidenses, aunque los socialdemócratas tienen poco que ganar en el este alemán.
En Turingia los sondeos atribuyen al SPD un 7% y en Sajonia un 6%.
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