El personal de Save the Children que huía de la ciudad de Al Geneina, en la región sudanesa de Darfur (oeste), informó hoy de que ha visto «los cadáveres de cientos de personas, incluidos niños, abandonados a lo largo de la carretera, cubiertos de moscas», mientras la ONU dijo tener evidencias de una fosa común de al menos 87 personas a las afueras de esta zona.
«El personal dijo que no parecía haber diferencia entre las edades o el sexo de las víctimas, y que entre los muertos había niños, mujeres y hombres», según un comunicado de la ONG, que añadió que testigos presenciales describen «un panorama aterrador de niños, hombres y mujeres asesinados por decenas, con hombres armados que entran en las aldeas, saquean y queman las casas y disparan contra los residentes que huyen».
Según los informes, un gran número de niños y adultos están siendo atacados en el marco del recrudecimiento de la violencia en Darfur, mientras Save the Children hace un «llamamiento urgente a las partes para que acuerden un cese inmediato de las hostilidades tras casi tres meses de conflicto», se apunta en la nota.
La ONG informó de los reportes de «ejecuciones sumarias» y ataques contra civiles en la carretera entre Al Geneina, capital de Darfur Oeste, y la frontera con Chad.
Además, en todo Darfur, el aumento de la violencia ha restringido considerablemente el acceso de la ayuda humanitaria y también se ha documentado «la destrucción generalizada y el arrasamiento de estructuras civiles en Al Geneina, con escuelas atacadas y destruidas, y al menos 0,7 kilómetros cuadrados afectados o quemados por el fuego, casi el doble de la superficie del país más pequeño del mundo, Ciudad del Vaticano», de acuerdo a la ONG.
Más de 3,1 millones de personas se han visto desplazadas desde la escalada de violencia de abril, según la ONU, incluidas más de 700.000 que huyeron a países vecinos.
La información de Save the Children se publica el mismo día en el que los restos de al menos 87 personas de la etnia massalit y otras han sido enterrados en un fosa común en las afueras de Al Geneina tras haber sido asesinados por órdenes aparentes del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), según evidencias obtenidas por la ONU.
La masacre se habría cometido entre el 13 y el 21 de junio y los autores serían miembros de la FAR y milicias que les apoyan en la disputa por el poder que les enfrenta con el Ejército, con el que anteriormente había colaborado en un golpe de Estado que terminó en 2019 con la transición democrática en la que se creía que Sudán estaba embarcado.
Las FAR se enfrentan desde el pasado abril con el Ejército sudanés, en un conflicto que tiene sus focos principales en la capital Jartum y en Darfur.
Desde 2019, la comunidad massalit y otras no árabes, muchas de ellas desplazadas desde el conflicto de principios de la década de 2000, se han llevado la peor parte de los ataques de las milicias árabes, apoyadas por las FAR.
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