El Kremlin insistió hoy en que el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, sigue al frente de la diplomacia rusa en medio de intensos rumores sobre su caída en desgracia desde la cancelación de la cumbre ruso-estadounidense en Budapest.
«Serguéi Víctorovich (patronímico de Lavrov) sigue trabajando, trabajando activa», afirmó Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria. Peskov calificó de «falsos» los informes que sugieren que el presidente ruso, Vladímir Putin, haya perdido la confianza en Lavrov, quien ocupa el cargo desde 2004.
Las especulaciones crecieron tras la ausencia de Lavrov en la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Rusia sobre la posible reanudación de ensayos nucleares y su sustitución por Maxim Oréshkin como jefe de la delegación rusa en la cumbre del G20 en Sudáfrica.
Según la prensa internacional, Lavrov habría sido el responsable de la cancelación de la reunión entre Putin y el presidente estadounidense, Donald Trump, prevista en Budapest, debido a una actitud «totalmente intransigente» en las negociaciones con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.
Durante su carrera, Lavrov ha demostrado firmeza diplomática, aunque fuentes independientes indican que no recibió información previa sobre la campaña militar rusa iniciada en Ucrania en 2022.
Este episodio representa una nueva etapa de cuestionamientos sobre el papel de Lavrov en la política exterior rusa, mientras el Kremlin reafirma su respaldo al ministro
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