Nueva York, Estados Unidos. Toda la temporada los Bombarderos del Bronx habían estado explosivos en su campo del Yankee Stadium, pero llegaron los Astros de Houston y no solo los silenciaron sino que fue el equipo tejano el que en el cuarto partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana les ganó por paliza de 83.
El campocorto boricua Carlos Correa y el jardinero George Springer, con sendas marcas personales, pegaron cuadrangulares de tres carreras cada una que fueron las que hicieron la diferencia en el marcador final.
Con el mismo núcleo de jugadores que se consagró campeón en 2017, los Astros están a un paso de comenzar el duelo del «Clásico de Otoño» contra los Nacionales de Washington, que barrieron 4-0 a los Cardenales de San Luis.
Ahora los Yanquis tendrán que lograr la hazaña de superar a los dos lanzadores mejores que hay actualmente en las Grandes Ligas como son los derechos Justin Verlander y Gerrit Cole, los dos ases de Houston, para tratar de forzar un séptimo juego.
Verlander será el abridor del quinto duelo la noche del viernes, midiéndose al zurdo James Paxton.
Nueva York se expone a quedar marginado de llegar a una Serie Mundial durante una década completa por primera vez desde la de 1910.
Aunque la hierba del Yankee Stadium estaba seca la noche después que la lluvia impidió realizar el encuentro en la fecha programada del miércoles, los Yanquis no tuvieron su mejor inspiración en ninguna faceta del juego después cometer cuatro errores en el juego defensivo.
Cuarta vez en la historia de los Yanquis que cometen cuatro errores en un partido de la Serie de Campeonato, primera desde el Juego 2 de la que disputaron en 1976.
Bajo advertencias de no lanzar objetos al terreno, los fanáticos de Nueva York trataron de sacar de quicio al abridor derecho de los Astros, Zack Greinke.
Corearon «¡Donald! ¡Donald!» desde antes de su primer lanzamiento, y el ganador de un premio Cy Young de 2009 comenzó titubeante, transfiriendo con cuatro bolas seguidas al segunda base DJ LeMahieu.
Peleado con el control de su recta, Greinke empleó 28 lanzamientos en el primer episodio y regaló tres boletos.
Pero la sacó barata: sólo pudieron hacerle una carrera, producto de un boleto a Brett Gardner con las bases llenas. Minimizó el daño cuando ponchó con tres pitcheos al receptor dominicano Gary Sánchez, el siguiente bateador, para el tercer out.
Su rival en el montículo, el japonés Masahiro Tanaka estuvo seguro las primeras dos entradas, insinuando el dominio de su salida de seis entradas en la victoria por blanqueada de 7-0 de Nueva York en el primer juego.
Pero los Astros lo sorprendieron en la tercera base, iniciada cuando el derecho japonés le dio el boleto con cuatro malas seguidas al receptor venezolano Robinson Chirinos –teóricamente el bateador más débil en el orden ofensivo de Houston– y luego recibió un sencillo del jardinero Josh Reddick.
Springer no perdonó cuando vio un splitter –la carta de presentación de Tanaka– colgado en el medio del plato, haciéndolo desaparecer por encima del muro del jardín izquierdo-central.
Tres entradas después y sin Tanaka en el montículo, Correa bateó un mísil prácticamente hacia el mismo sector en donde aterrizó el obús de Springer para poner a los Astros arriba 6-1.
Tras sentenciar la victoria en el segundo juego con un jonrón en el undécimo episodio, Correa volvió a darle a una recta de más 150 kilómetros por hora del relevista Chad Greene.
El toletero boricua se tapó el oído con la mano derecha al recorrer las bases.
Springer se convirtió en líder de jonrones de la franquicia en postemporada al llegar a los 13, rompiendo un empate con el venezolano José Altuve.
Mientras que Correa, por su parte, se afianzó como su líder histórico de impulsadas con un total de 30, cuatro más que el segundo, el exprimera base Lance Berkman.
De nuevo, no fue una cuestión de falta de oportunidades para los Yanquis: tuvieron dos situaciones con bases llenas que no supieron capitalizar.
En el quinto, Ryan Pressly (1-0) relevó a Greinke y ponchó al venezolano Gleyber Torres y el dominicano Edwin Encarnación, ambos haciéndole swing.
Sánchez descontó dos carreras para Nueva York al pegar su primer cuadrangular de los playoffs.
El segundo equipo con el mayor número de cuadrangulares durante la temporada regular está a una derrota de quedar eliminado en los playoffs al la falta de un bateo oportuno y productivo.
Los Yanquis con hombres en posición de anotar, apenas pegaron cuatro imparables en 26 oportunidades, dejando a 31 corredores esperando ser impulsados y acumularon 13 ponches en la noche perdedora del jueves.
EFE
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