Singapur.-Singapur ejecutó a un hombre de 49 años por traficar con marihuana tras pasar siete años en prisión, en la que supone la sexta ejecución que tiene lugar en la pequeña ciudad asiática en los últimos cuatro meses.
La activista Kokila Annamalai confirmó la noticia, mediante su cuenta de Twitter.
Annamalai publicó lo siguiente: «Confirmamos que un hombre singapurense de etnia malaya de 49 años ha sido ejecutado hoy, 26 de julio, en la prisión de Changi, tras ser condenado por traficar con marihuana».
Mientras países vecinos como Tailandia relajan el cultivo y consumo del cannabis bajo efecto psicotrópico, Singapur mantiene una de las leyes antidrogas más estrictas del planeta.
El país contempla la pena de muerte por ahorcamiento para este tipo de delitos y han ejecutado seis personas por narcotráfico desde el pasado marzo.
Cuatro días atrás, Singapur ejecutó a otro hombre, llamado Nazeri Lajim de 64 años, con un largo historial de consumo y otros delitos de droga.
Lajim, sentenciado en 2017, por tráfico de heroína.
Poca información se sabe del último ejecutado. La república recién ha revelado detalles de las ejecuciones y son oenegés locales que abogan contra la pena de muerte, quienes se enteran de los ahorcamientos por los familiares de los reos.
Transformative Justive Collective (TJC), lleva meses advirtiendo que, hay saturación del corredor de la muerte tras dos años sin ejecución por pandemia.
Aceleran el ritmo de ahorcamientos en Singapur
Singapur aceleraría en 2022 el ritmo de ahorcamientos, un funesto presagio que se ha ido cumpliendo.
Desde el 30 de marzo, cuando se ejecutó a un singapurense de 68 años por narcotráfico, ha habido otras cinco ejecuciones.
Uno de los ejecutados era discapacitado, ahorcado el 27 de abril. Lo que genero fuertes críticas de la comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos.
Todos los presos ejecutados este año, condenados por narcotráfico la mayoría son de nacionalidad malasia y singapurenses de etnia malaya.
Lo que ha llevado a pensar a algunas organizaciones a acusar a las autoridades isleñas de discriminación racial.
Los parámetros fijados por la isla: 15 gramos de heroína para importar o exportar y 500 gramos si es de marihuana para aplicar la pena capital.
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