El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo este miércoles al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que hoy su país y la Alianza se reúnen “como iguales” y que anhela el día en que sea “como aliados».
“Hoy nos encontramos como iguales. Espero con ansia el día en que nos encontremos como aliados”, afirmó Stoltenberg en una rueda de prensa junto a Zelenski previa al Consejo OTAN-Ucrania, un nuevo foro que se celebra por primera vez en el contexto de la cumbre aliada de Vilna.
Stoltenberg destacó que la OTAN seguirá apoyando a Ucrania el tiempo que sea necesario y aseguró que ahora está «más cerca de la OTAN que nunca», después de que los líderes de la Alianza acordaran ayer una serie de medidas para aproximar al país a la organización.
“Bienvenido a la OTAN”, dijo Stoltenberg a Zelenski, antes de enumerar las decisiones de los aliados sobre Ucrania, como el nuevo programa plurianual de asistencia para que renueve sus equipos militares de la era soviética o la eliminación del requisito de cumplir con un plan de acción para la adhesión.
El nuevo Consejo OTAN-Ucrania permitirá además poner en pie de igualdad a las dos partes.
“Es un foro en el que Ucrania y los aliados de la OTAN se reunirán como iguales, realizarán consultas de crisis y realizarán sesiones conjuntas”, explicó Stoltenberg, quien dejó claro que cualquiera de los aliados o Ucrania podrán convocarlo y que podrá reunirse a nivel de líderes, ministros o mandos militares.
“El Consejo no es un instrumento de participación, es un instrumento de integración”, recalcó por su lado Zelenski, quien expresó hoy su agradecimiento a la OTAN por el apoyo obtenido por su país de sus aliados occidentales, aunque consideró que una «invitación formal» al ingreso en la Alianza habría sido «lo óptimo».
Los aliados expresaron en el primer día de cumbre que emitirán una “invitación” para que Ucrania entre en la OTAN cuando así lo acuerden y “se cumplan las condiciones” para ello.
“Este es un fuerte mensaje unido de los aliados en su camino hacia la membresía en la OTAN”, zanjó Stoltenberg.
El político noruego afirmó que, con la invasión rusa de Ucrania en marcha, «no hay una opción libre de riesgos» para los aliados, pero subrayó que el mayor riesgo es que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, gane la guerra.
Recalcó que Ucrania tiene el derecho a elegir «su propia senda» y los acuerdos de seguridad que desea.
También afirmó que Rusia se ha opuesto «a todas las ampliaciones de la OTAN», pero recalcó que la decisión sobre la entrada de Ucrania en la Alianza le corresponde a sus miembros y a Kiev, mientras que Moscú no tiene «derecho de veto» al respecto.
Stoltenberg señaló que se debe garantizar que cuando termine la guerra de agresión rusa contra Ucrania haya acuerdos de seguridad «creíbles» en vigor «para que la historia no se repita”, en referencia a un nuevo ataque de Moscú contra la antigua república soviética.
Por ello, dio la bienvenida a que «muchos aliados se hayan comprometido a proporcionar asistencia de seguridad en el largo plazo a Ucrania” y consideró que ello ayudará a evitar nuevas agresiones tras la guerra y complementará el apoyo que proporciona la OTAN a Kiev.
Se espera que los dirigentes del G7 firmen una declaración en la que se comprometan a apoyar a Ucrania a largo plazo y que en la práctica permitirá iniciar negociaciones bilaterales para la entrega de ayuda militar a Kiev.
Según fuentes diplomáticas, esa ayuda podría tomar la forma de entrega de armamento, formación para las fuerzas armadas ucranianas y hasta el uso compartido de información de inteligencia.
“Las decisiones tomadas aquí en Vilna han marcado el comienzo de un nuevo capítulo en la relación entre la OTAN y Ucrania”, concluyó Stoltenberg.
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