“En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: El discípulo no está por encima de su maestro, ni el sirviente por encima de su patrón. Ya es mucho si el discípulo llega a ser como su maestro y el sirviente como su patrón. Si al dueño de casa lo han llamado demonio, ¡qué no dirán de los demás de la familia! Pero no les tengan miedo. Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde las azoteas. No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. ¿Acaso un par de pajaritos no se venden por unos centavos? Pero ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita vuestro Padre. En cuanto a ustedes, hasta sus cabellos están todos contados. ¿No valen ustedes más que muchos pajaritos? Por lo tanto, no tengan miedo. Al que se ponga de mi parte ante los hombres, yo me pondré de su parte ante mi Padre de los Cielos. Y al que me niegue ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los Cielos. No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada. Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra”.
Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela
La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta entre otros santos, en honor a San Buenaventura Obispo y doctor de la Iglesia. Nació en el año 1218, en Bagnorea, actual Italia, y murió en Lyon, Francia, 1274. Estudió filosofía y teología en París en la Sorbona, donde fue discípulo de Alejandro de Hales. Fue Superior General de la Orden Franciscana. Posteriormente nombrado Obispo y Cardenal de la Diócesis de Albano. Se caracterizaba por la sencillez, la humildad y la caridad. Mereció el título de «Doctor Seráfico» por las virtudes angélicas que realzaban su saber. Fue canonizado en 1482 y declarado Doctor de la Iglesia en 1588. Felicitaciones a la feligresía de la Parroquia San Buenaventura del Roble por sus fiestas Patronales.
En la liturgia del día meditamos los textos: Gen 49,29-33;50,15-24; Sal 104; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Mateo capítulo 10, del verso 24 al 33, En el que JESÚS, exhorta a sus discípulos, para que sean fuertes ante las hostilidades. Ya no se trata, solo de resistir los embates de enemigos extraños, sino de los embates que vienen del seno de la misma familia. La causa de la división es el hecho de profesar y actuar tal como lo exige JESÚS, realidad muy dura en las primeras comunidades cristianas, pero que ha persistido a lo largo de la historia. Ya que, la propia familia está sometida a la influencia de esta cultura negativa, muchas veces contraria al mensaje de JESÚS. Y por eso es que la ruptura con los antivalores tradicionales y el pacto con este mundo, hace que la opción y el servicio en el AMOR, genere conflictos y divisiones.
Y para asumir estos sufrimientos o estos compromisos de vida, se emplea la imagen elocuente de “tomar la cruz”, en referencia directa de los sufrimientos del mismo JESUCRISTO, por su fidelidad a la misión encomendada por el PADRE. Y es que para construir la Paz que conduce a la práctica de la justicia, de la solidaridad y del compartir fraterno, hay que dejarse seducir por el AMOR de JESÚS. Por eso es que, a partir de la Encarnación, Muerte y Resurrección de JESÚS, “la CRUZ”, será por siempre signo de contradicción, para los que optan por otros valores distintos a los del Reino de DIOS.
Al confrontarnos con el texto, vemos que el Evangelio de hoy ofrece una invitación a la autoestima de todos los que nos consideramos discípulos de JESÚS. Sin duda se trata de un valor necesario y escaso en tiempos como los nuestros en los que estamos cercados por los problemas y las amenazas a la vida, que a unos les confunde, a otros les hace temblar de miedo, a otros les endurece el corazón, y a muchos los empuja a abandonar la Iglesia y la Fe. Y frente a esa disyuntiva, debemos reaccionar y escuchar las Palabras de aliento del Maestro, que nos invita a mantenernos firmes en el seguimiento.
Teniendo en cuenta que, el demonio levanta persecuciones contra cualquiera que emprenda el camino de Cristo, para asustarlo y así se vuelva atrás. Por eso es que cada uno de nosotros debe romper muchas formas de dependencias dentro de la familia, y dentro de sus otros entornos, llámese laborales o sociales, que no favorecen el crecimiento humano y espiritual ni el de uno, ni el de los otros. Porque el que ama a Cristo encuentra mil motivos para liberarse de gestos, convivencias y preocupaciones por los suyos y por sus bienes, que, muchas veces, son ataduras innecesarias llenas de un falso sentimentalismo.
Señor JESÚS, Tú conoces mis debilidades y defectos, como conoces a todas las ovejas que escuchan Tu voz. Te doy gracias porque a pesar de mis dudas y mis negaciones, me haces volver a Ti y das Testimonio de mí, ante El PADRE y ante mis hermanos.
Amén
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!