El candidato a las primarias de la oposición venezolana Freddy Superlano afirmó que la «catástrofe» económica y humanitaria de Venezuela es reversible solo si hay un cambio político, y las elecciones de 2024, dijo, son una «oportunidad extraordinaria para generarlo».
El candidato de Voluntad Popular presentó hoy junto a su equipo de campaña el Plan 2024, elaborado de cara a una posible victoria electoral de la oposición en las próximas elecciones presidenciales, algo que, según dijo en la sede de Americas Society/Council of the Americas, va a depender de la capacidad opositora de sortear los obstáculos del «régimen de Nicolás Maduro».
Para Superlano, «el imperativo es no dejar al ciudadano sin una opción distinta a la de Maduro en las elecciones del año 2024, o sea, que hay que estar abiertos a todo con tal de que siga adelante la candidatura opositora. Si no es así, no tenemos posibilidades de triunfo», subrayó.
El Plan 2024 tiene como prioridad número uno reducir la pobreza, que afecta hoy a un 81,5 % de la población venezolana (el 53 % en pobreza extrema), con la entrega directa a los hogares en esa situación de una ayuda mensual de 50 a 100 dólares (45 a 91 euros al cambio de hoy), según la necesidad, en el primer año.
Es algo que se puede pagar con los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional (FMI) no utilizados por Venezuela, según indicó vía teleconferencia Christopher Correa, el responsable del Plan.
REACTIVAR LA INDUSTRIA PETROLERA
Desde el punto de vista económico el primer objetivo es recuperar la producción petrolera venezolana, que hoy está en unos 800.000 barriles diarios (una caída del 70 % respecto a 1998), hasta llegar a 5 millones de barriles diarios en el primer periodo de Gobierno.
Para ello se necesitan inversiones por 200.000 millones de dólares, según el exdiputado Francisco Sucre, su jefe de campaña.
«No se trata de privatizar PDVSA (la compañía estatal), que hoy día no puede ni sostenerse a sí misma, sino de un cambio en el modelo de negocio para que pueda ser atractiva para la inversión extranjera», subrayó Superlano.
Sobre la deuda interna y externa venezolana, que según dijo nadie sabe a ciencia cierta a cuánto asciende aunque se maneja la cifra de 165.000 millones de dólares, indicó que lo primero sería designar una comisión que clarifique los montos y el origen.
No obstante, en unas declaraciones previas, Superlano hizo hincapié en que «cualquier propuesta que se haga, por mejores intenciones que tenga, va a ser utópica si en Venezuela no se consigue el cambio político».
El opositor, que ganó en 2021 al chavismo la gobernación de Barinas, el estado natal de Hugo Chávez, pero no pudo asumir porque lo inhabilitaron, reconoció que no es fácil enfrentarse a una «dictadura que tiene todo un andamiaje legal, estructurado, montado desde hace 23 años».
Él y otros candidatos a las primarias opositoras del 22 de octubre, como María Corina Machado y Henrique Capriles, están inhabilitados para ejercer cargos públicos.
A su juicio, la oposición debe tener planes para todas las contingencias, pues en Venezuela «no hay certeza de nada».
CANDIDATO SIN NOMBRE NI APELLIDO
«Yo creo que nosotros (la Plataforma Unitaria Democrática) no podemos ponerle nombre y apellido al cambio político en Venezuela. Hacer eso es facilitarle a la dictadura el trabajo, es decir, solamente van contra la persona que representa ese cambio y lo sacan de la competencia», subrayó.
Como ejemplo puso lo sucedido en Barinas, donde a pesar de haber ganado las elecciones, él no fue gobernador, pero sí lo fue otro opositor, Sergio Garrido. Igual que en Barinas «se cristalizó el cambio» puede suceder en Venezuela, precisó.
Aunque advirtió que existe la amenaza de que el régimen copie el «modelo nicaragüense» (la inhabilitación de todos los candidatos opositores), opinó que el hecho de que Maduro se haya comprometido ante la comunidad internacional a un diálogo con la oposición que conduzca a celebrar elecciones en 2024 les favorece a ellos.
«Es lo que hace que la opinión pública internacional esté muy al pendiente de lo que sucede en Venezuela y es una oportunidad para nosotros, aunque esté llena de amenazas», señaló.
Sobre si las sanciones son las causantes de la pobreza en Venezuela, Sucre dijo que es una «narrativa» del Gobierno que cada vez cree menos gente y se «cae por sí sola».
«Hemos perdido casi 80 % del Producto Interior Bruto desde que llegó Maduro» y las causas han sido el mal manejo macroeconómico y la corrupción, «una de las pocas industrias eficientes en Venezuela», indicó.
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