La Comisión Electoral de Tailandia ratificó este lunes los resultados electorales del pasado 14 de mayo que dieron una abrumadora victoria a la oposición prodemocrática, que no obstante no tiene garantizado poder formar Gobierno debido a la influencia decisiva del Senado no electo.
El secretario de la Comisión Electoral, Sawang Bunmee, confirmó en una rueda de prensa la elección de 500 diputados, lo que abre el proceso para la constitución en un plazo máximo de dos semanas de la Cámara Baja y el nombramiento de su presidente, que a su vez decide la fecha para elegir al primer ministro.
Si se cumplen los plazos, la elección del primer ministro y la formación del próximo Gobierno puede ocurrir en las próximas semanas.
La coalición prodemocrática de ocho partidos liderada por el progresista Avanzar (Move Forward) suman 312 de los 500 escaños de la Cámara Baja, pero el nombramiento del primer ministro también depende de los votos de 250 senadores elegidos a dedo por la extinta junta militar (2014-2019).
El bloque necesita 64 votos o abstenciones más, de otros partidos de la Cámara Baja o de senadores, para tener la mayoría en el Parlamento y poder formar Gobierno, algo que a día de hoy no tiene garantizado.
Sawang indicó que la Comisión Electoral está en el proceso de investigar las denuncias de irregularidades contra la elección de 71 diputados, un proceso que puede alargarse un año.
De poder formar Gobierno, la coalición prodemocrática acabará con el gobierno de casi una década por parte de los militares, primero durante la junta militar y después en el Gobierno resultante de los comicios de 2019, criticadas por su falta de transparencia.
El joven político Pita Limjaroenrat, de 42 años, es el líder de Avanzar (151 escaños) y candidato a primer ministro de la coalición, integrada también por Pheu Thai (141 asientos), Prachachart (9), Thai Sang Thai (6), Phey Thai Ruam Plaang (2), Seri Ruam Thai (1), Fair (1) y Palang Sangkhom Mai (1).
Estos partidos acordaron un programa de Gobierno que incluye la elaboración de una nueva Constitución, la legalización del matrimonio LGTBI, la eliminación del servicio militar obligatorio y la descentralización de la Administración, además de la reforma de la Policía y el Ejército.
Además de convencer a los senadores elegidos por la junta militar que voten al candidato más votado, Pita se enfrenta a otro obstáculo para gobernar: la Comisión Electoral estudia una denuncia contra él por una supuesta irregularidad que él niega- haber tenido acciones en un medio de comunicación-, lo que podría suponer su descalificación.
En los últimos 20 años, la élite promilitar y promonárquica ha depuesto a cuatro primeros ministros en Tailandia, dos mediante sendos golpes militares en 2006 y 2014 y otros dos en dos polémicas decisiones judiciales en 2009.
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