El una vez plenipotenciario Tareck El Aissami -quien fue vicepresidente, ministro de Petróleo de Venezuela y presidente de la estatal Pdvsa- ha sido encarcelado este martes, en una sorpresiva operación que puso fin a un año de especulaciones sobre el paradero del exfuncionario, que se mantuvo en silencio luego de apartarse del Ejecutivo por un escándalo de corrupción.
La detención es la primera noticia que se conoce de El Aissami desde que renunció a su cargo como ministro de Petróleo el 20 de marzo de 2023, cuando se hizo a un lado para colaborar -según dijo entonces, vía X- con las investigaciones por malversación de fondos públicos que llevaba adelante la Fiscalía.
Ahora, el exgobernador ha sido exhibido esposado como un trofeo de la operación judicial que, de acuerdo con el fiscal general, Tarek William Saab, sigue en marcha y por la que también fueron detenidos el exministro de Economía y Finanzas y expresidente del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) Simón Alejandro Zerpa y el empresario Samark José López.
A continuación, las claves de esta detención:
El momento
Sin haber dado señales antes, la Fiscalía anunció que esta detención -que se produjo 385 días después de que el ministro renunciara a través de X- forma parte de la segunda fase de la operación anticorrupción, de la que las autoridades dejaron de informar a mediados de 2023, cuando habían detenido a 54 personas.
El momento de la aprehensión fue mostrado por el canal estatal Venezolana de Televisión, mientras el fiscal general llamaba «canallas» a El Aissami, Zerpa y López, quienes -aseguró- usaban «sus cargos para realizar operaciones petroleras ilegales» mediante «la asignación de cargas» de crudo «sin ningún tipo de control administrativo».
La noticia llega cuando el país está inmerso en un ambiente electoral, de cara a las presidenciales del próximo 28 de julio, en las que el jefe de Estado, Nicolás Maduro -quien ha promovido esta purga dentro de su Gobierno- buscará una segunda reelección consecutiva.
El destino
Ahora, los tres detenidos se enfrentan a la posibilidad de ser condenados a 30 años de prisión, la pena máxima en el país, pues están acusados de delitos graves como traición a la patria y legitimación de capitales, así como «apropiación o distracción del patrimonio público, alardeamiento o valimiento de relaciones o influencias».
A juzgar por las palabras de Saab, la sanción será más dura contra El Aissami, a quien calificó como el «jefe del pranato (organización delictiva)» de esta trama corrupta relacionada con Pdvsa.
El fiscal, que se negó en 2023 a dar detalles sobre el destino de El Aissami, afirmó este martes que la investigación «continúa abierta» y que no se descartan «nuevas detenciones», que se paralizaron luego de que dos de los recluidos murieran bajo custodia: uno por suicidio y otro por una enfermedad preexistente.
La reacción
La sorpresiva detención acaparó la atención mediática el mismo día que Maduro se reunió en Caracas con el presidente colombiano, Gustavo Petro, y que representantes de la Unión Europea (UE) se reunieron con autoridades del ente electoral para explorar la posibilidad de una misión de observación en los comicios de julio.
Al debate en redes sociales se unió el candidato presidencial Antonio Ecarri, quien pidió a la Justicia dar una explicación al país sobre el dinero desfalcado en esta trama que, según estimaciones independientes, supera los 16.000 millones de dólares.
Dijo que gerentes de Pdvsa «han estado implicados en tramas de corrupción, mientras los venezolanos están sin salarios, sin seguridad social y sin servicios públicos dignos».
La misma pregunta planteó José Brito, también candidato presidencial, quien pidió a las autoridades aclarar «cuál es el plan de acción con ese dinero» y aplicar «mano dura a la corrupción».
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