Washington, Estados Unidos. El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, no descartó este viernes que en el futuro viajen dos mujeres a la Luna, aunque primero lo harán dos astronautas de ambos sexos en 2024, cuando la agencia espacial estadounidense tiene programado reanudar los vuelos tripulados al satélite de la Tierra.
«Lo que sí es cierto es que el próximo hombre y la primera mujer que irán a la Luna serán estadounidenses -indicó el funcionario- Y, quizá, la vez siguiente sean dos mujeres también».
Hace hoy justo una semana, las astronautas estadounidenses Jessica Meir y Christina Koch hicieron historia llevando a cabo el primer paseo por la exosfera íntegramente femenino, fuera de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Bridenstine, de 44 años, señaló que no tiene memorias personales del programa Apolo, que llevó a los primeros astronautas a la Luna, sino que es parte de la «generación Artemisa» que llevará a las primeras mujeres al satélite.
«Yo nací en 1975 y la última misión tripulada a la Luna fue en 1972», subrayó Bridenstine, quien recordó que el dios griego Apolo «tenía una hermana gemela, Artemisa, y ella es la guía de este programa que llevará mujeres a la Luna en tripulaciones para quedarse allí por períodos largos».
Bridenstine indicó que se ha fijado la meta de llevar astronautas a la Luna, nuevamente, en 2024 porque la experiencia de las décadas pasadas muestra que los programas de exploración espacial con cronogramas más prolongados empiezan con mucho entusiasmo y después se atascan en disputas políticas y presupuestarias.
«Tenemos que retornar a la Luna de manera sostenible, en principio para utilizar los recursos que hay allí», continuó el administrador de la NASA, quien detalló que «por mucho tiempo se pensó que la Luna es un sitio seco, como resultado de que las cápsulas enviadas descendieron en la región ecuatorial».
«Ahora sabemos que hay hielo de agua en la región polar sur de la Luna -apuntó-. Hielo de agua representa un ambiente que podría sustentar la vida. Hay oxígeno para respirar, agua para beber, y oxígeno con hidrógeno pueden ser combustible para cohetes».
Bridenstine señaló que «la Luna es el campo de pruebas, Marte es el destino».
El programa Artemisa incluye una estación denominada Gateway, que orbitará alrededor de la Luna durante 15 años y será una nave con capacidad de maniobras, ya que podrá variar el curso de su navegación.
La etapa siguiente a la llegada de los astronautas al satélite en 2024 comprende la construcción de un hábitat en el que los humanos puedan permanecer por períodos prolongados en la Luna, ensayando sistemas y métodos para misiones futuras a Marte, adelantó Bridenstine.
En respuesta a una pregunta sobre las posibilidades de cooperación de Estados Unidos con China en la exploración espacial, el responsable de la NASA recordó que las leyes estadounidenses impiden esa colaboración.
«La exploración espacial es un instrumento de poder estadounidense. Recientemente tuvimos una conferencia en la que participaron 26 países que expresaron su interés por ir a la Luna. No podemos llevar 26 astronautas pero sí queremos la participación de sus astronautas en el futuro», dijo.
«Ponemos condiciones. No podemos asociarnos con China, pero en el futuro y dependiendo de las condiciones estaríamos abiertos a hacerlo», señaló.
EFE
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