Filadelfia, Estados Unidos. El alero Tobias Harris no está nominado al Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada, pero fue el héroe sorpresa que con 37 puntos salvó este domingo a los Filadelfia Sixers en el primer partido de la primera ronda de los playoff de la Conferencia Este que ganaron por 125-118 ante los Washington Wizards.

Harris, que aportó también seis rebotes, no envidió a ningún All-Star de la NBA y junto a su compañeros, el pívot camerunés Joel Embiid, nominado al MVP, y el base australiano Ben Simmons, bien podría reivindicar que los Sixers también tienen su propio «Big 3».

El alero titular de Filadelfia se encargó de liderar el ataque del equipo con la mejor marca de la temporada regular en la Conferencia Este y fue mejor que Embiid, quien al final también logró 30 puntos, como segundo máximo encestador, pero no los decisivos.

Mientras que Simmons coqueteó con el triple-doble y estuvo dominante bajo los aros y en la dirección del juego al conseguir seis puntos, 15 rebotes y 15 asistencias, en el duelo que mantuvo con el base estrella de los Wizards, Russell Westbrook, el «rey» de todos los tiempos en triples-dobles.

Pero sería Harris, que anotó 28 puntos en la primera mitad, quien al final también lograse los tantos decisivos después de ver como a falta de 45 segundos estaban apenas con cinco puntos de ventaja.

Harris se unió al exbase Allen Iverson como los únicos Sixers con más de 28 puntos en una mitad en los playoffs desde 1997.

El escolta Bradley Beal reivindicó su condición de segundo máximo encestador de la liga y con 33 puntos se encargó de nuevo de ser la figura en el ataque de los Wizards, pero falló cinco de los seis intentos de triple que hizo

Westbrook se quedó con un doble-doble de 16 puntos, 14 asistencias, cinco rebotes y perdió seis balones que no ayudaron a la causa final de los Wizards, que se colocan abajo 0-1 en la serie al mejor de siete, y el miércoles volverán a enfrentarse a los Sixers en el mismo escenario del Wells Fargo Center, de Filadelfia.

Otros cuatro jugadores de los Wizards, entre ellos el alero letón David Bertans, que anotó 14 puntos como reservas, acabaron con números de dos dígitos.

Mientras que el base brasileño Raúl Neto, que siguió de titular, logró siete puntos en los 22 minutos que estuvo en la pista tras anotar 3 de 5 tiros de campo, incluidos un triple de dos intentos.

Además de capturar tres rebotes, dio una asistencia, perdió un balón y se fue sin cometer personales, en otra buena labor de equipo y de apoyo al juego ofensivo de Beal y Westbrook lo que hizo que los Wizards se mantuviesen todo el tiempo en el partido.

Incapaces de crear una ofensiva consistente fuera de Harris, los Sixers finalmente armaron un aluvión de 3 puntos al final del tercer cuarto que despertó el entusiasmo de los 11.160 aficionados que ocuparon las gradas del campo, aproximadamente la mitad de su capacidad, pero que sonaron como si hubiese más de 20.000 en el apoyo al equipo.

Harris se encargó de anotar un triple del empate, el escolta Seth Curry conectó su primero, Danny Green enterró uno y Curry se golpeó el pecho y habló después de que otros tres lo hicieran para el parcial favorable de 88-81.

Los aficionados estallaron poco después en un cántico de «Confíe en el proceso» con Embiid en la línea de tiros libres, y los Sixers cerraron el cuarto con una ventaja de 99-93.

El equipo de Filadelfia aguantó su primera victoria en los playoffs en dos años, incluso cuando Simmons se fue de 0 a 6 desde la línea de tiros libres.

Embiid recibió tres faltas y los Sixers fallaron 14 de 17 triples en la primera mitad, dejando a Harris con la responsabilidad de cargarse al equipo sobre sus hombros y pudo justificar que su contrato de 180 millones está más que merecido.

Harris pasó la temporada creyendo que era digno de un lugar para el Juego de Estrellas y sorprendió con 28 puntos en 12 de 19 tiros de campo al anotar desde cualquier posición y con toda la variedad de tiros a canasta.

Beal, quien quemó a los Sixers por 60 puntos en enero, y Westbrook se combinaron por solo 20 puntos en la primera mitad, pero tomaron una ventaja de 62-61 en el descanso.

Washington avanzó al derrotar a los Indiana Pacers para emerger de la ronda de play-in como el octavo clasificado del Este en los payoffs después de una ausencia de dos años.

Los Wizards fueron un desastre al comienzo de la temporada, lidiando con lesiones y un brote de covid-19, pero la acabaron con racha de 17-6 para un global de 34-38, que les da la oportunidad de convertirse en el primer equipo con récord perdedor en ganar una serie de playoff desde los Seattle SuperSonics de 1987.

Filadelfia y Washington se enfrentaron por primera vez en la postemporada desde 1986 y el duelo puede dejar sorpresas.

 

Suns ahogan a los Lakers con un Devin Booker magistral

 

Los Ángeles, Estados Unidos. Los Phoenix Suns tomaron ventaja este domingo en su serie ante Los Angeles Lakers (99-90) gracias a un Devin Booker magistral y una exhibición colectiva de energía, esfuerzo y derroche físico que ahogó a los actuales campeones de la NBA.

Booker, que hasta hoy no había jugado ni un partido de playoff, firmó un debut memorable en las eliminatorias con 34 puntos (13 de 26 en tiros), 7 rebotes y 8 asistencias.

El joven escolta atormentó una y otra vez a los Lakers, salió de todas las trampas y ayudas en defensa que le tendieron los visitantes, y fue un agitador incansable de la ofensiva de los Suns.

A su lado también sobresalió el pívot Deandre Ayton, que con 21 puntos y 16 rebotes (8 ofensivos) salió triunfal de su temible enfrentamiento en la pintura ante Anthony Davis y Andre Drummond.

Por parte de unos Lakers con poco brillo destacó LeBron James con 18 puntos (6 de 13 en tiros), 7 rebotes y 10 asistencias.

Los angelinos parecieron contar con una marcha menos que sus rivales y presentaron un penoso acierto desde el triple (27 % con 7 de 26 en tiros).

Marc Gasol no jugó ningún minuto para los Lakers.

Los Suns, que no disputaban los playoff de la NBA desde 2010, quedaron segundos en la Conferencia Oeste (51-21) y eso les llevó a medirse a los Lakers, que defienden el anillo obtenido en la «burbuja» y que lograron su billete para las eliminatorias tras conseguir un decepcionante séptimo puesto del Oeste (42-30) y eliminar en el play-in a los Golden State Warriors de Stephen Curry.

La serie entre los renovados Suns y los experimentados Lakers cuenta también con el aliciente del enfrentamiento entre LeBron James y Chris Paul, dos de los jugadores más importantes de la NBA en el siglo XXI, que además son amigos muy cercanos y que nunca antes se habían medido en los playoff.

La puesta en escena fue vibrante y digna de los grandes duelos.

Con un toma y daca constante y sin parar ni un segundo, los Suns no escatimaron esfuerzos y subieron las revoluciones del partido desde el inicio con Chris Paul, Devin Booker y Deandre Ayton liderando la estampida.

Los Lakers no se quedaron atrás y Dennis Schroder en la dirección y LeBron James desde el perímetro con dos triples seguidos igualaron un arranque frenético y muy excitante (15-15 tras cinco minutos).

El conjunto local parecía decidido a acabar con los Lakers por agotamiento y Ayton, el amo y señor de la zona, puso la rúbrica con 10 puntos a un gran primer cuarto de los Suns (32-25).

Las estadísticas reflejaron perfectamente el baloncesto apabullante de los de Phoenix: anotaron el 58 % de sus tiros de campo, dominaron el rebote (15 por 9 de los Lakers) y anotaron 10 puntos en contraataque frente a ninguno de sus rivales.

Dos obreros de la cancha como Talen Horton-Tucker y Alex Caruso saltaron a la pista para equilibrar la electricidad de los Suns, pero 4 puntos seguidos de Dario Saric le dieron a los de Arizona su primera diferencia importante (38-27 después de dos minutos).

En ese momento llegó el momento más escalofriante del encuentro.

Paul se retiró lesionado en el hombro con enormes gestos de dolor y rodeado por jugadores de ambos equipos, pero afortunadamente pudo volver a la cancha poco después.

Los Suns parecieron quedar tocados por la ausencia temporal de su cerebro y Montrezl Harrell tiró de músculo y garra para reactivar a los Lakers y acercarles en el marcador.

Sin embargo, Booker, una constante pesadilla para la defensa de los Lakers, sostuvo de manera magistral a los Suns antes del descanso (53-45).

En la reanudación los Lakers insistieron una vez más en poblar la zona con Drummond y Anthony Davis, pero Booker se encargó de confirmar que el quinteto bajo y ágil de los Suns no tenía rival (65-53 con ocho minutos por jugarse).

Muy incómodos, los Lakers no terminaban de encontrar su ritmo en ninguna de las dos canastas, mientras que los Suns explotaban con éxito las sorprendentes carencias de los angelinos para defender el bloqueo y continuación.

En una de las incontables transiciones de los Suns, Mikal Bridges le sirvió a su equipo en el ecuador del tercer cuarto la mayor ventaja hasta el momento (71-56) tras un nuevo balón perdido de los Lakers.

Pero entonces apareció el orgullo de los de púrpura y oro.

Con las penetraciones de Schroder y la rabia de James, los Lakers consiguieron un parcial de 0-8 para no decir adiós al encuentro (71-64).

Los Suns no perdieron los nervios y, con un seguro de vida en los tiros libres como Booker, se mantuvieron por delante antes del último cuarto (81-68).

El escolta no echó el freno y sumó 5 puntos más nada más empezar el cuarto definitivo, pero James se echó a los Lakers a la espalda para mantener a su equipo con vida (86-77 tras tres minutos).

La tensión subió aún más cuando Cameron Payne de los Suns fue expulsado tras una trifulca con Caruso y Harrell.

Paul seguía jugando con evidentes problemas en el hombro, pero aun así fue capaz de anotar un canastón sobre Kyle Kuzma.

Al final, los Lakers no hallaron la chispa necesaria para orquestar una remontada de última hora y los Suns amarraron una victoria de gran valor con los rebotes ofensivos de Ayton y la serenidad en todo momento de Booker.

Los Suns y los Lakers se verán las caras el martes en el segundo partido de la eliminatoria, que se jugará también en Phoenix (EE.UU.).

 

Young y Hawks golpean primero en el Madison Square Garden

 

Nueva York, Estados Unidos.  La vuelta a los playoffs se hizo esperar para los seguidores de los New York Knicks y cuando volvieron a disfrutar de la emoción e intensidad se encontraron al base Trae Young que les amargó la fiesta al anotar a falta de 0.9 segundos la canasta ganadora de los Atlanta Hawks que se impusieron de visitantes por 105-107 en el primer partido de la ronda inicial de la Conferencia Este.

Young terminó como gran figura de los Hawks al conseguir 32 puntos, 10 asistencias y siete rebotes que frustraron a los Knicks con su habilidad para cometer faltas e hizo los nueve tiros libres que dispuso.

Muchos en la ruidosa asistencia de más de 15.000 aficionados que se dieron cita en las gradas del Madison Square Garden abuchearon a Young durante toda la noche, pero él tuvo la última palabra cuando atravesó la defensa de los Knicks y flotó en su tiro desde la derecha de la canasta, luego se llevó los dedos a los labios para decirle a los seguidores neoyorquinos que se «tranquilizaran».

El escolta serbio Bogdan Bogdanovic agregó 18 puntos como segundo máximo encestador de los Hawks en su primer partido de postemporada desde el 2017.

Los Hawks mejoraron 2-8 contra los Knicks en los partidos de playoffs y les cortó una racha de cuatro derrotas consecutivas en todos los encuentros desde la temporada pasada.

El alero Alec Burks anotó 27 puntos como para los Knicks, que están de regreso en los playoffs por primera vez desde 2013. El veterano base Derrick Rose anotó 17 puntos, pero el ala-pívot Julius Randle, el jugador franquicia del equipo de Nueva York acertó solo 6 de 23 tiros de campo y acabó con un doble-doble de 15 puntos y 12 rebotes, que no fueron suficientes a la hora de evitar la derrota.

Mientras que el escolta-alero canadiense Barrett acabó con otro doble-doble de 14 puntos y 11 rebotes, pero sin que tampoco pudiese ser factor ganador.

Los Knicks jugarán de nuevo en el Madison Square Garden el miércoles para el segundo partido, y Randle tendrá que buscar la redención si no quiere ver que la presencia del equipo de Nueva York en los playoffs puede ser más corta de lo deseado.

Irónicamente durante la temporada regular Randle tuvo dos partidos contra los Hawks en los que anotó al menos 40 puntos en cada uno de ellos.

Ninguno de los equipos lideró por más de seis puntos en un último cuarto y se turnaron para recuperar y luego perder impulso.

Young acertó un par de tiros libres para una ventaja de 103-105 con 28 segundos por jugar después de que los Knicks desafiaran sin éxito la decisión, y Rose lo empató con una canasta con 9.8 segundos para el final.

Nueva York no había sido sede de un partido de playoffs en ocho años y no había recibido a muchos aficionados en toda la temporada, con su mayor asistencia de 1.981 aficionados.

Así que los 15.047 que los Knicks anunciaron el domingo sonaron ensordecedores a veces, particularmente cuando Barrett se estrelló contra Bogdanovic para forjar un empate de 63 a falta de 5:19 minutos en el tercer cuarto, y los seguidores del equipo neoyorquino corearon su nombre durante el tiempo muerto que siguió a Atlanta.

Ambos equipos tuvieron marca de 41-31, con los Knicks ganando el cuarto puesto y la ventaja de local después de barrer a los Hawks en la serie de la temporada de tres juegos, que a partir del segundo partido ya no tendrán aunque jueguen en el Madison Square Garden.

Los Knicks pudieron aumentar la capacidad de asientos con la adición de secciones para aficionados completamente vacunados, anunciando durante la semana que los partidos 1 y 2 de playoffs se habían agotado y serían los eventos bajo techo más grandes de Nueva York desde que comenzó la pandemia de coronavirus.

Estallaron cánticos y vítores al azar incluso antes de que los jugadores salieran a la cancha para su calentamiento final, y los Knicks fueron recibidos con una ovación de pie cuando emergieron con unos 15 minutos antes del comienzo.

Pero los Knicks no pudieron dar mucho que animar a los aficionados una vez que comenzó el partido. Atlanta logró de inmediato una ventaja parcial de 7-17 cuando el equipo neoyorquino falló 14 de sus primeros 17 tiros de campo.

Abajo nueve puntos a mitad del segundo cuarto, los Knicks finalmente reaccionaron mientras Randle descansaba. Una racha de 12-4 lo redujo a 44-45 y los Hawks lideraron 50-52 en el descanso.

Young anotó ocho puntos consecutivos de Atlanta para una ventaja de 58-63 aproximadamente a la mitad del tercero antes de que Barrett hiciera un triple y luego un mate.

Bogdanovic respondió con un triple antes de que los Knicks lograsen racha de 10-0, abriendo una ventaja de 73-66 en la jugada de tres puntos del ala-pívot Taj Gibson. El escolta Lou Williams anotó los últimos cinco puntos y metió de nuevo a los Hawks en el partido camino de la victoria sorpresa de la jornada en la NBA.

 

Brooks y Grizzlies dan la gran sorpresa con victoria ante Jazz

 

Salt Lake City, Estados Unidos. No pudo comenzar más emocionante y sorpresiva la serie de primera ronda de playoffs entre los Utah Jazz, el equipo con la mejor marca de la liga, y los Memphis Grizzlies, que tuvieron que llegar a los playoffs por la vía del «polémico» torneo play-in, después que los visitantes se impusieron por 109-112.

El alero Dillon Brooks confirmó que cada día se acerca más a la élite de los mejores jugadores de la NBA y con 31 puntos y siete rebotes se encargó de liderar la gran victoria de los Grizzlies, que tuvieron a cuatro jugadores titulares con números de dos dígitos.

Sin el escolta estrella Donovan Mitchell, que sigue envuelto en el problema de las lesiones, en el campo, los Jazz carecieron del jugador que supiese definir en los momentos decisivos como lo hizo Brooks y el base Ja Morant, que acabó con 26 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias.

Mientras que el pívot lituano Jonas Valanciunas también surgió factor ganador al realizar un gran trabajo dentro de la pintura y en la lucha con el número cinco francés Rudy Gobert, el hombre alto de los Jazz.

Valanciunas acabó con un doble-doble de 15 puntos, 12 rebotes, tres asistencias y un tapón en los 39 minutos que estuvo en el campo.

Mientras que el alero Kyle Anderson completó la lista de los cuatro jugadores de los Grizzlies con números de dos dígitos al anotar 14 puntos.

Pero sobre todo el exjugador de los Spurs realizó una gran defensa al capturar cuatro rebotes, repartir tres asistencias y recuperar seis balones, por tan solo una pérdida.

Los Grizzlies, octavos sembrados, pusieron al Jazz, el mejor preclasificado de la Conferencia Oeste, en un hoyo temprano y sobre todo con la presión de tener que ganar el segundo partido de la serie a mejor de siete que se jugará en su campo del Vivint Arena, de Salt Lake City.

Ahora los Jazz ya no tendrán la ventaja de campo, que deberán recuperar cuando vayan a disputar a Memphis el tercer partido de la serie.

La realidad ahora para los Jazz es descifrar la manera de poder contener la gran labor individual, de equipo y defensiva que realizaron los Grizzlies bajo la dirección de su entrenador Taylor Jenkins, que le ganó el duelo al veterano Quin Snyder.

Brooks estableció un récord de puntuación de franquicia en un solo partido para un jugador de Memphis que hizo su debut en los playoffs de la NBA, superando los 24 puntos anotados por el pívot español Marc Gasol contra el San Antonio Spurs, el 17 de abril de 2011.

El alero croata Bojan Bogdanovic anotó 20 de sus 29 puntos, en el último cuarto para liderar al Jazz, pero falló 7 de 11 intentos de triples.

Mientras que el base Mike Conley, exjugador franquicia de los Grizzlies, obtuvo un doble-doble de 22 puntos, 11 asistencias y seis rebotes, que al final tampoco pudieron darle la victoria a los Jazz.

Gobert también acabó con un doble-doble de 11 puntos y 15 rebotes, mientras que el ala-pívot Derrick Favors terminó con 12 tantos y 11 balones capturados bajo los aros, que tampoco evitaron la primera gran derrota sorpresa que generó la segunda jornada de playoffs 2021 de la NBA.

EFE noticias

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