Nur-Sultán.- El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, anunció hoy miércoles que presentará próximamente nuevas propuestas para transformar políticamente al país, sacudido por violentas protestas provocadas por el aumento del precio del gas licuado, y reconoció que se han registrado «muertos y heridos», aunque sin dar cifras.
«Próximamente presentaré nuevas propuestas para la transformación política de Kazajistán, me atengo a mi anterior posición a favor de reformas», afirmó en un mensaje a la nación transmitido por el canal de televisión estatal Jabar 24.
El mandatario denunció «el alto nivel de organización» de las personas que participan en los disturbios que condujeron a la toma e incendio de la sede del Gobierno y la residencia presidencial en Almaty, la capital.
«Llama la atención el alto grado de organización de estos elementos gamberros. Esto da fe de un plan de acciones altamente organizados de conspiradores motivados financieramente», declaró.
«Hay muertos y heridos», aseguró, sin dar una cifra exacta, y condenó a las «multitudes de bandidos» que atacan a los militares y les humillan, obligándoles a andar desnudos por las calles, al tiempo que denunció violaciones de mujeres y atracos a tiendas.
«La situación es una amenaza para la seguridad de todos los habitantes de Almaty. Y no podemos tolerar esto. Además de Almaty la situación es tensa en otras regiones, debido a lo cual impuse la situación de emergencia», señaló.
Por ello, indicó, a partir de hoy asumirá la dirección del Consejo de Seguridad de Kazajistán, encabezado hasta la fecha por el anterior presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev.
«Como jefe de Estado y, a partir de hoy, presidente del Consejo de Seguridad, tengo la intención de actuar con la firmeza máxima», alertó.
Según el mandatario, se trata «de la seguridad de nuestros ciudadanos, que se dirigen a nosotros con múltiples pedidos de que los defendamos a ellos y a su familias».
«Es un tema de la seguridad de nuestro Estado. Estoy convencido de que el pueblo me apoyará», acotó.
El presidente subrayó que se mantendrá en la capital bajo cualquier circunstancia, junto a su pueblo, algo que definió como su «obligación constitucional».
«Juntos superaremos esta franja negra en la historia de Kazajistán y saldremos de ella fortalecidos», afirmó.
Tokáyev agradeció a los militares y policías que enfrentaron a los manifestantes y que han «sufrido bajas», y le expresó sus condolencias.
Aunque el presidente aceptó esta mañana la renuncia del Gobierno y propuso varias medidas para frenar las manifestaciones, en varias ciudades kazajas se mantuvieron las protestas, que fueron especialmente violentas en Almaty, donde resultaron heridas más de 500 personas, según las autoridades locales.
«Lamentablemente, en la madrugada del 5 de enero se intensificaron las actividades de los grupos extremistas. A consecuencia de sus acciones criminales ardieron más de 120 vehículos, incluyendo 33 de la policía, ambulancias y de los bomberos», informó el gobernador de Almaty, Kanat Taymerdénov.
En total fueron saqueadas más de 120 tiendas, 130 cafeterías y restaurantes y alrededor de 100 oficinas de pequeñas y medianas empresas.
«Fueron golpeados más de 500 civiles, entre ellos 130 mujeres y ancianos», afirmó Taymerdénov en un comunicado, en el que alertó que los ataques de extremistas y radicales no cesan y llamó a poner fin a la «escalada de violencia».
EFE
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