Un grupo de trabajadores de las empresas básicas de Ciudad Guayana se concentraron en las inmediaciones de la Inspectoría del Trabajo en Puerto Ordaz, para introducir un petitorio exigiendo el aumento del salario mínimo nacional a 200 dólares.
«Pasó el primero de mayo y no recibimos ningún aumento, por esto es que realizamos esta solicitud para exigirles, mediante la inspectoría al Ejecutivo nacional que debe cumplir con el aumento salarial porque la suspensión del salario es prácticamente perjudicial para las familias», dijo Jean Mendoza, trabajador de Masisa.
Mendoza señaló que, en el documento entregado exponían las consecuencias que han recibido las familias de los trabajadores a causa del «pésimo» salario que devengan.
Asimismo, mencionó que las especialistas han confirmado que el Estado puede aumentar el salario mínimo de los trabajadores hasta 200 dólares para que tenga incidencia y genere los beneficios que aparecen en las contrataciones colectivas.
«Nosotros estamos presentando un precedente. Todas las violaciones de nuestros derechos laborales que están cometiendo tanto el patrón público como privado», informó.
Mendoza aseveró que los patrones se están aprovechando de la situación. «Cuando las cosas cambien, van a tener que ponerse al derecho con los trabajadores».
Unión: es esencial para los trabajadores
Mendoza expreso que para «escuchar y dar propuestas de resistencia ante todos estos atropellos» es necesario recuperar el activismo, sentido, valor de la solidaridad y la afiliación.
«El hecho de que nos afiliamos quiere decir que tenemos un compromiso con nuestros gremios, sindicatos, la sociedad, todos somos parte de un todo», puntualizó
Añadió que «juntos, recuperando la actividad, las movilizaciones de manera consciente, resistiremos, pues somos esperanza de cambio a futuro».
No obstante, destacó la importancia de la afiliación sindical e invitó a seguir luchando contra los abusos laborales que han sufrido cada uno de sus compañeros.
Problemática afecta a las familias
Por su parte, Jean Mendoza, enfatizó que la situación salarial ha comenzado a afectar a las familias de los trabajadores en aspectos como la migración, educación y alimentación.
«Se han hecho encuestas donde la participación de nuestros hijos a nivel nacional ha bajado en el área estudiantil, alimentación es precaria y no alcanzamos la canasta alimentaria y la situación de inmigración está creciendo», describió.
«De acuerdo a los cálculos, que se están haciendo, podemos y debemos abandonar ese salario que está por debajo de los $4 y llevarlo a los 200», explico.
Por lo tanto, pide dejar la apatía e indiferencia para comenzar a trabajar en el fortalecimiento de esta iniciativa con el fin de conseguir un cambio para los trabajadores de Guayana y Venezuela.
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