Los carnavales son fiestas llenas de color y emoción que son celebradas en diversos países con influencia católica, desde Colombia, Brasil, Italia, Alemania, y Bolivia, hasta Venezuela, siendo esta última un reflejo de la diversidad cultural y el mestizaje de la nación.
Venezuela heredó esta celebración de los pueblos indígenas, que en aquel entonces se realizaba por el comienzo de la cosecha o un culto a los dioses, mientras utilizaban máscaras y bailaban.
A su vez, tuvieron influencia de los festejos cristianos de los colonizadores españoles, que introdujeron la noción del carnaval como una festividad dedicada a disfrutar de los placeres terrenales previo a la Cuaresma, además del empleo de disfraces, desfiles de carrozas y grupos de comparsas.
También se contó con la inspiración de las culturas africanas, que contribuyeron con la música, los colores y el tono feliz de las festividades, sumando a personajes como el Diablo y la Reina del Carnaval.
Ante la diversidad geográfica y regional del país, se han propiciado diversas maneras de festejar el carnaval, adaptadas a las particularidades y tradiciones de cada región. Ejemplos de ello son los carnavales de El Callao, Carúpano, Mérida, Barquisimeto, Puerto Cabello, Maturín y Maracaibo.
El carnaval en Venezuela representa una manifestación de la identidad nacional, exhibiendo la diversidad y la riqueza de su cultura popular. Este evento brinda la oportunidad de disfrutar, divertirse y expresar la creatividad, fusionando tanto la tradición como la innovación, así como la crítica y la sátira, en una celebración que amalgama la fiesta con la protesta.
Origen del carnaval
A pesar de la estrecha asociación del Carnaval con Brasil, esta festividad también se conmemora en varios países de tradición católica, como España, Portugal y Francia. El origen de esta celebración se remonta a las costumbres católicas del antiguo Imperio Romano.
El carnaval tiene sus raíces en las festividades finales que los católicos romanos celebraban en los días antes de la Cuaresma, un período que precede a la Pascua cristiana y en el cual los fieles practican la abstinencia de carne, entre otras costumbres religiosas. Según la etimología, la palabra «carnaval» deriva del latín carnelevarium, que se traduce como «quitar» o «retirar la carne».
La fecha del carnaval varía cada año entre febrero y marzo, determinada por los 40 días antes de la Pascua.
Un festejo más antiguo
El carnaval contemporáneo conserva sus raíces en la tradición católica, aunque es probable que las festividades romanas antiguas se hayan desarrollado a partir de celebraciones más primitivas que tenían lugar antes de la oficialización del cristianismo, como religión del Imperio Romano en el año 380 d.C.
Una de estas fiestas corresponde a la celebración en honor al inicio de la primavera, al nuevo año y al renacimiento de la naturaleza.
En Italia, específicamente, el origen de los carnavales también puede relacionarse con las fiestas paganas de Saturnalia y Lupercalia. El festejo de Saturnalia se llevaba a cabo en honor al dios Saturno y durante el solsticio de invierno, en el mes de diciembre.
La segunda ocurría en febrero, un mes importante para los romanos al dedicarse a las deidades infernales y la purificación. Ambas festividades se prolongaron durante varios días, destacándose por la generosidad en alimentos y bailes.
Elementos de los carnavales
La razón por la que se celebra en la actualidad es por la euforia, diversión y libertad, permitiendo que las personas se disfracen, bailen y disfruten de la música, aunque también se puede tomar para presentar una crítica social, imitar a personajes o momentos de la modernidad.
En cada nación y región, se celebra el carnaval de formas únicas, que se distinguen por rituales, tradiciones y símbolos variados.
Los disfraces son elementos tradicionales que ofrecen la oportunidad a las personas de usar su creatividad en los trajes de colores, personajes que busquen representar, como las madamas, los diablos y las negritas, y formar parte de una comunidad.
Por su parte, las máscaras antiguamente se implementaron para esconder la identidad, darle el disfrute libre a la persona bajo el anonimato.
Una curiosa actividad es tirar el agua, bien sea usando globos o baldes para echarla, en un principio se realizaba como una muestra de fertilidad o renovación, además de purificar el cuerpo antes de la Cuaresma. Hoy día se considera como un juego recreativo entre los jóvenes y niños.
La música también es un aspecto importante, ya que debe contar con ritmos alegres, divertidos y movidos, como el calipso y la samba.
Desfiles de carnavales
Los desfiles de carnavales representan un componente significativo de la festividad, durante la cual se presentan disfraces, máscaras, carrozas y comparsas por parte de los participantes. Estos desfiles suelen estar tematizados, seguir un orden establecido y recorrer rutas específicas, variando en fechas y locaciones según el país y la región.
Los desfiles de carnaval más famosos en el mundo son los de Barranquilla, Río de Janeiro, Venecia, Cádiz y Nueva Orleans.
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