Al menos trece vehículos, entre ellos cinco autobuses, fueron quemados total o parcialmente por radicales bolsonaristas y una persona resultó herida en los disturbios ocurridos la noche del lunes en Brasilia, según un balance preliminar del Cuerpo de Bomberos.
Un grupo de seguidores ultras del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, prendieron fuego a ocho turismos y cinco autobuses en la región central de la capital del país, que este martes amaneció con la seguridad reforzada y cortes al tránsito en algunos puntos.
También destrozaron fachadas de edificios, derribaron señales viales y quemaron papeleras en una zona hotelera donde se hospeda el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, que horas antes había recibido el diploma por su victoria en las elecciones de octubre.
Una persona de 67 años necesitó atención médica, afectada por los gases lacrimógenos que usaron las fuerzas de seguridad para intentar controlar la situación, según el Cuerpo de Bomberos, citado por medios locales.
Hasta el momento, no hay información sobre detenidos.
Detención de algunos
Los altercados empezaron en torno a una sede policial y como respuesta a la detención de un líder indígena de ideología bolsonarista, acusado de instigar protestas de cariz golpista.
José Acácio Serere Xavante, detenido por orden de la Corte Suprema ante las sospechas de que organizó «manifestaciones antidemocráticas en diversos lugares de Brasilia».
Lula no comentó los altercados en un primer mensaje publicado este martes en su perfil oficial de Twitter y se centró en el proceso de transición.
«Hoy recibiré los informes de los grupos de trabajo (de la transición) y agradeceré el trabajo voluntario de centenas de especialistas, que analizaron la situación dejada por el actual Gobierno y los desafíos de los primeros días de 2023», manifestó el líder del Partido de los Trabajadores.
Condenados
Los disturbios condenados por diversas autoridades, entre ellos el presidente del Congreso Nacional, el senador Rodrigo Pacheco.
«Son indignantes los actos de vandalismo registrados en Brasil, hechos por una minoría rabiosa. La depredación de bienes públicos y privados, así como el bloqueo de vías, solo sirven para recrudecer el escenario de intolerancia que permeó parte de la campaña electoral», afirmó Pacheco en sus redes sociales.
«Las fuerzas públicas de seguridad deben actuar para reprimir la violencia injustificada con la intención de restablecer el orden y la tranquilidad que todos nosotros necesitamos para llevar el país hacia adelante», completó.
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