Estados Unidos impuso este jueves sanciones financieras a tres sobrinos del presidente venezolano Nicolás Maduro, acusados de vínculos con el narcotráfico, como parte de una batería que también afecta al sector petrolero.
El Departamento del Tesoro incluyó a Efraín Antonio Campo Flores, Francisco Flores de Freitas y Carlos Erik Malpica Flores, exvicepresidente de PDVSA. Arrestados en Haití en 2015 y condenados en EE.UU. en 2016, recibieron indulto de Biden en 2022 en intercambio con Maduro, regresando a Venezuela donde, según Washington, retomaron actividades ilícitas.
Las medidas bloquean seis buques, seis compañías navieras y al empresario panameño Ramón Carretero Napolitano, señalado por contratos lucrativos con el régimen. El secretario Scott Bessent criticó el «fallido intento de Biden» de negociar con Maduro, permitiendo su «control dictatorial».
El Departamento de Estado acusó a los sancionados de apoyar al «régimen corrupto e ilegítimo». Estas acciones siguen la incautación de un petrolero venezolano el miércoles y destrucción de embarcaciones narco en el Caribe vinculadas al chavismo.
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