Kiev se ha comprometido en diversas ocasiones a perseguir a los rusos responsables de crímenes en Ucrania en cualquier lugar del mundo. Fuerzas especiales ucranianas están cumpliendo este compromiso operando contra los militares rusos que cimentan la influencia del Kremlin en Oriente Medio y África.
La última de sus acciones tuvo lugar a finales de este mes de julio, cuando fuerzas ucranianas atacaron con drones y por otros medios una base aérea rusa situada al este de la ciudad Siria de Alepo, según informaron fuentes del GUR al diario Kyiv Post. La base servía, entre otras cosas, para entrenar y transportar mercenarios sirios para combatir con el Ejército ruso en Ucrania.
Agentes del GUR han confirmado de forma anónima que asisten a los rebeldes sirios en sus acciones contra las fuerzas rusas desplegadas en el país árabe desde 2015, cuando el Kremlin intervino en la zona para apoyar al presidente de Siria, Bashar al Asad.
El brazo de la inteligencia militar ucraniana también ha llegado a Sudán, donde los combatientes rusos del grupo Wagner han intervenido en apoyo de los militares rebeldes.
Un vídeo publicado en febrero por el Kyiv Post muestra a agentes del GUR ucraniano interrogando en ese país africano a mercenarios capturados de Wagner, que fue en la primera fase de la guerra de Ucrania una pieza clave de las operaciones rusas.
“Seguimos haciendo nuestra guerra en cualquier lugar en que sea posible llegar hasta los rusos”, dice a EFE sin confirmar o desmentir la presencia de fuerzas ucranianas en estos teatros de operaciones el coronel ucraniano en la reserva Serguí Grabski, que participó con el Ejército de su país en misiones de paz de la ONU en Irak y la antigua Yugoslavia.
¿La mano del GUR en Mali?
Las operaciones secretas de Kiev contra fuerzas rusas desplegadas a miles de kilómetros del frente de Ucrania han vuelto a estar de actualidad esta semana tras la aparición este lunes, una vez más en el Kyiv Post, de una fotografía en la que rebeldes tuaregs que luchan contra el Gobierno de Mali posan con una bandera de Ucrania.
La foto se habría hecho para festejar una emboscada reciente de los rebeldes secesionistas tuaregs en la que también habrían participado yihadistas de Al Qaeda en el norte de Mali contra mercenarios rusos de Wagner que apoyan al Gobierno maliense. Una cincuentena de mercenarios murieron en la emboscada, según los rebeldes. Moscú también reconoció haber sufrido importantes bajas.
La presencia entre los tuaregs de la fotografía de dos hombres blancos armados desató en redes sociales todo tipo de especulaciones sobre la participación de Kiev en la operación.
A los rumores contribuyeron unas declaraciones a la televisión ucraniana del portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andrí Yusov. “Los rebeldes recibieron información crucial, y no sólo datos, que les permitió llevar a cabo con éxito la operación contra los criminales rusos. Si bien no podemos dar más detalles, habrá una continuación”, declaró Yusov.
Al preguntarle EFE si los rebeldes recibieron la “información crucial” de los servicios de espionaje ucranianos, Yusov contestó lacónicamente por escrito: “No, nosotros no hemos hecho esa declaración”.
El golpe a Wagner en Mali desató además rumores de que los rebeldes secesionistas habrían ofrecido a Ucrania hacerse cargo de mercenarios de Wagner capturados. Yusov afirmó en televisión que se estaba “verificando” esa información.
Posibles contactos indirectos
Preguntado por la posibilidad de que el GUR ucraniano esté trabajando con los tuaregs, el coronel en la reserva Grabski responde con un rotundo “no”.
“La situación con los tuaregs es muy sensible y puede molestar a muchos países del llamado Sur Global”, declara el exmilitar, que cita entre estas cuestiones espinosas la colaboración de estos rebeldes con movimientos radicales islámicos y sus aspiraciones secesionistas.
“Lo último que necesita Ucrania es crearse problemas con todos esos países”, señala Grabski, que sin embargo no descarta que los tuaregs estén buscando asociar su causa a la de Ucrania para atraer atención y popularidad.
El coronel en la reserva no descarta, sin embargo, que Ucrania haya asistido a los rebeldes de forma puntual e indirecta.
“Alguien en Mauritania o Mali olvida una carpeta con documentos y fotografías y otra persona, pongamos que un miembro del movimiento tuareg, la encuentra y la utiliza para preparar el ataque”, dice Grabski, que coincide con Yusov en prever más situaciones como la ocurrida en el norte de Mali, para ilustrar una posible modalidad de colaboración.
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