EFE

Bogotá.- La embajadora de la Unión Europea (UE) en Colombia, Patricia Llombart, resaltó este viernes los progresos en la implementación del acuerdo de paz firmado por entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC en noviembre de 2016.

«Confiamos en el compromiso del Gobierno de Colombia con la implementación de la paz porque vemos que hay progresos», dijo la diplomática en un encuentro con periodistas extranjeros.

Aun así, reconoció la difícil situación en la que se encuentran muchos departamentos colombianos debido a la presencia de grupos armados ilegales, lo que genera «condiciones muy complejas en muchos territorios».

«La firma de un acuerdo de paz no iba a resolver todos los problemas en este país, ni en este ni en ninguno. El gran aporte de este acuerdo de paz es su ambición dentro de su complejidad, es una ambición de llegar a los territorios, de asegurar la presencia del Estado empezando por la seguridad», agregó.

Entre los desafíos que tiene la paz de Colombia está garantizar la seguridad de los líderes sociales y de los exguerrilleros que dejaron las armas, así como el narcotráfico y las «economías ilegales» como la minería ilegal, por lo que «hay mucho trabajo por hacer».

«El acuerdo de paz marcaba un momento de inicio de un trabajo. Hay mucho trabajo por hacer y asegurar la presencia del Estado en los territorios es un gran desafío», dijo.

La Unión Europea destinará seis millones de euros a las personas desplazadas y afectadas por el conflicto armado en Colombia, una cantidad que incluye un millón para la preparación y respuesta ante catástrofes naturales, según informó el pasado jueves la Comisión Europea.

Llombart se refirió también a los desafíos de Colombia para atender el éxodo de millones de venezolanos que huyen de la crisis en su país.

Según datos divulgados hoy por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de cuatro millones de venezolanos abandonaron su país desde 2015, y la mayoría de ellos se quedó en Latinoamérica como consecuencia de esa crisis.

Esta cifra representa la segunda oleada más grande del mundo después de la crisis provocada por la guerra en Siria.

El número de inmigrantes venezolanos que se encuentran en Colombia alcanzó este mes los 1,3 millones, mientras que en Perú hay 768.000, y le siguen Chile (288.000), Ecuador (263.000), Brasil (168.000) y Argentina (130.000).

Por eso, Llombart destacó la importancia de identificar los recursos destinados a paliar esta crisis porque Venezuela nunca había recibido ayuda humanitaria con anterioridad.

«Los países de América Latina se han encontrado ante una situación nunca conocida antes: son países que no tenían ninguna experiencia en gestión de flujos migratorios, en particular Colombia, que ha sido más un país de emigrantes que un país de inmigrantes», detalló.

Entre los principales retos a los que se enfrenta Colombia como consecuencia de esa crisis, Llombart se refirió a la integración social y económica de los migrantes como el siguiente paso para reducir la vulnerabilidad del colectivo, que se manifiesta en el creciente número de agresiones sexuales.

 

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