La UE quiere estar «presente» en su vecindario sur para fomentar la migración legal hacia los Estados miembros e inversiones seguras de las empresas europeas en una región también codiciada por Rusia y China, según la comisaria encargada de diseñar un nuevo «pacto por el Mediterráneo», Dubravka Suica.
«Los países del vecindario sur a veces se han sentido un poco abandonados (por la UE), aunque no ha sido el caso, pero quieren que estemos presentes», explicó la comisaria croata en una entrevista con EFE en Madrid, donde ha mantenido reuniones con los ministros españoles de Exteriores, José Manuel Albares, y Migraciones, Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, y ha sido recibida por el rey Felipe VI.
Suica está al frente de una cartera de nueva creación en la Comisión Europea (CE) y su visita a España se ha enmarcado en una ronda de contactos con los países miembros para definir cómo se articulará el «pacto por el Mediterráneo» que quiere adoptar el Ejecutivo comunitario el próximo septiembre.
«No impondremos nada», aclara la comisaria sobre el objetivo de ese pacto, que busca «asociaciones estratégicas» con países del norte de África, Oriente Medio y del Golfo.
Asociaciones bilaterales
Ya se han impulsado las primeras asociaciones bilaterales de este tipo, con Túnez, Egipto y Jordania, y la próxima puede ser con Marruecos, de ahí el interés de Suica en visitar Madrid para abordar el tema con las autoridades españolas, tal como comentó a EFE.
«Necesitamos que personas de terceros países vengan (a Europa), es algo obvio», según Suica, si se mira desde el punto vista de la competitividad que persigue recuperar la UE frente a EE.UU. o China y de la escasez de mano de obra en muchos sectores.
En paralelo al impulso de la migración legal que propone la nueva estrategia para el Mediterráneo, la comisaria recordó que la CE continúa trabajando en una directiva para agilizar los retornos de migrantes irregulares que se presentará el próximo mes.
«Solamente logramos devolver al 10 % de los que llegan ilegalmente a Europa y por eso la presidenta (Ursula) von der Leyen está pidiendo soluciones innovadoras», argumentó.
Entre esas soluciones hay alguna polémica y criticada por varios países, entre ellos España, como la de crear centros de deportación para migrantes irregulares en terceros países al estilo del modelo que ha puesto en marcha el Gobierno de Italia con recintos de detención en Albania.
Este sistema ha sido rechazado por la Justicia italiana y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) está pendiente de emitir una sentencia sobre el asunto durante este mes.
La comisaria no se quiso pronunciar al respecto y enfatizó, por otro lado, que el nuevo enfoque hacia el Mediterráneo no va solamente de migración, sino también de «economía, energía, desarrollo, medioambiente… y de las relaciones entre pueblos».
«Queremos llevar a las empresas europeas a esa parte del mundo. Queremos trabajar allí, crear nuevos empleos, trabajar en infraestructura, energía solar, eólica, hidrógeno… Estamos ayudando a esos países a prosperar», afirmó.
Y ante las críticas que puedan llegar por cooperar con regímenes no democráticos, Suica respondió que si la UE no está en la región, «entonces estará Rusia y estará China».
Además, aclaró que los desembolsos de las asociaciones estratégicas (3.000 millones de euros en el caso de la de Jordania, la última acordada) estarán condicionados al respeto a la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho en los países beneficiados.
Apoyo condicionado a la Autoridad Palestina
Por otro lado, la comisaria reafirmó que la Comisión Europea seguirá brindando asistencia financiera a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), condicionada no obstante a reformas que garanticen el respeto a la ley internacional, «porque esa es la única manera de que se pueda conseguir el inicio de las negociaciones para una solución de dos Estados (israelí y palestino)».
«Queremos fortalecerlos (a la ANP), porque los vemos como interlocutores, no a Hamás (…) Queremos que sean lo suficientemente fuertes para estar en posición de hablar con Israel y con nosotros», sostuvo.
La comisaria evitó comentar el polémico plan del presidente estadounidense, Donald Trump, para tomar el control de Gaza tras la guerra y expulsar a los palestinos, porque no sabe «si va en serio o es una broma», pero sí dijo que Washington debe implicarse en la solución del conflicto, aunque con propuestas «racionales y prudentes» que, a su juicio, actualmente no existen.
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