Londres.-El círculo de piedra de Stonehenge, monumento ubicado en Inglaterra, no estuvo siempre en su posición actual y pudo proceder de un yacimiento neolítico al oeste de Gales, según sugiere una investigación del University College de Londres publicada este viernes en la revista Antiquity.
La primera referencia a Stonehenge data de hace casi 900 años, en una leyenda de Geoffrey de Monmouth, que cuenta que Merlín construyó el monumento trayendo desde Irlanda hasta Inglaterra, y junto a 15.000 hombres, las piedras del «círculo de la Danza de los Gigantes», conocidas por sus propiedades «mágicas» y «curativas».
Hasta ahora simplemente se le consideraba un mito, pero el nuevo descubrimiento del yacimiento neolítico galés de Waun Mawn -de 5.000 años de antigüedad y anterior a Stonehenge-, con un diámetro circular y una orientación «al amanecer del solsticio de verano» idéntica a la de Inglaterra, ha dado un mínimo de credibilidad a la leyenda.
Ya hace un siglo el geólogo Thomas Herbert expuso la posibilidad de que las piedras pequeñas de dolerita de Stonehenge, más conocidas como «bluestones», procediesen de un círculo de «veneración» localizado en las Colinas de Preseli, al oeste de Gales.
Sin embargo, el artículo explica que Waun Mawn fue identificado como «sitio de interés» en 2010, pero tanto el magnetómetro, como los estudios que se realizaron en el terreno, «fallaron al encontrar anomalías físicas» y dejaron el yacimiento sin explorar durante varios años.
No fue hasta 2017 cuando los arqueólogos volvieron con mayores recursos y herramientas, que también proporcionaron resultados «decepcionantes debido a las mínimas propiedades magnéticas y conductivas del sustrato», aunque, en esta ocasión, continuaron con las excavaciones.
En el sitio original de Gales tan solo quedan cuatro piedras pequeñas en pie, junto con seis hoyos de piedra; las cuales se estima que podrían haber formado parte de un círculo de entre 30 y 50 piedras, pero todavía hace falta una mayor exploración.
Uno de los autores del estudio, el profesor de prehistoria británica en la University College de Londres Mike Parker Pearson afirmó en una entrevista con el diario The Guardian que este hecho es «lo más emocionante» que encontró durante sus 20 años de investigación sobre Stonehenge.
Sin embargo, todavía existen muchas hipótesis y preguntas por resolver en torno al famoso monumento y cómo esas piedras se movieron 280 kilómetros desde Gales hasta el actual Stonehenge, aunque la hipótesis más certera apunta a que fueron los propios habitantes del neolítico quienes las llevaron consigo al emigrar.
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