China frenó el envío de un extraño metal a Estados Unidos (EE.UU.) en abril como respuesta a los aranceles que aprobó. Se trata del samario, un metal radiactivo esencial para la fabricación de aviones de combate, misiles y bombas.
Después de que el presidente americano, Donald Trump en abril de este año anunciara las restricciones que impuso al gigante asiático, este último sacó un as bajo la manga que tiene en aprietos a los técnicos en armamento del país norteamericano; la paralización de la importación del samario a la potencia occidental.
El samario es uno de los tantos metales extraños en el mundo que dejaron de llegar a Estados Unidos. Se usa para la fabricación de componentes magnéticos esenciales para los motores de bombas, misiles e incluso aviones de combate. A eso se suma que EE. UU. no sabe cómo reponer el arsenal que envió a Ucrania.
El país asiático es el principal productor de ese raro mineral que también se emplea en el tratamiento de la metástasis ósea por ser un elemento radioactivo.
En el gigante occidental, los esfuerzos por consolidar la producción del samario han sido en vano. No lograron avances, ni siquiera con la intervención financiera del Pentágono después de que la empresa de tierras raras «MP Materials» adquiriera en 2018 una mina de samario.
Vale la pena mencionar que no es el único mineral restringido por parte de China. Metales como el terbio, itrio, escandio, entre otros que son indispensables en el sector nuclear o automotriz, dejaron de llegar a Estados Unidos.
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