Lo que pareciera un simple eslogan paulatinamente se está haciendo una realidad. Ciudad Guayana una metrópolis, cuya fundación se dio producto de un desarrollo perfectamente diseñado, hasta merecedor de un premio de una jornada arquitectónica de una prestigiosa universidad norteamericana.
Desde hace veintitrés (23) años comenzó a caer en la decadencia y lo que fue un milagro divino pareciera convertirse en un verdadero infierno todo como consecuencia de gobernantes inescrupulosos, indecentes sin una pizca de moral y buenos principios; no solo se dedicaron a extraer de las entrañas de su tierra las riquezas naturales, sino que además destruyeron toda una infraestructura productiva, que en su época fue la primera fuente generadoras de recursos después del petróleo.
Su destrucción ha sido el producto de una obra de arte, pinceladas precisas, con exactitud milimétrica, manejada de manera sistémica en las que todas sus partes se relacionan perfectamente, es toda una industria de la maldad, es un hecho criminal en el que toda una población ha venido mermando unas por fallecimiento, otros por invalidez, además de los que han huido para proteger sus vidas.
Ingresos bajos
Los ingresos con una constante tendencia hacia la baja y los egresos en alza permanente, pareciera que los gobernantes ignoran un simple principio de contabilidad que constituye un principio de vida; pero no hay muestras de mejorar los ingresos cada vez más se nota el incremento exacerbado de los egresos, propiciado por ellos mismos; aumentos desproporcionado de los servicios públicos, que cada día son prestados con mayor deficiencia, el pueblo sufre las consecuencia de ello.
Ahora como la “muletilla” del famoso Manolete aparece una nueva figura FOSPUCA; de padres desconocidos, con antecedentes delincuenciales, con ansias de destrucción, de arrasar lo que se le atraviese; se topa con un pueblo noble, extremadamente trabajador, que comienza a despertar ante el temor de sucumbir, no hay mañana de no haber reacción habrá un sepelio masivo.
La población tiene que despertar no hay oportunidad para el miedo, de no morir peleando lo harás postrado en una cama, en tu casa porque hasta los hospitales han caído en desgracia.
Tiene que surgir un liderazgo local hay que propiciarlo; y todos a su lado empujaremos hacia el horizonte, los enemigos al barranco.
GLORIA AL BRAVO PUEBLO. ¡GUAYANA PUNTA DE LANZA!
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