El presidente venezolano también resaltó que no debe ser una agenda más, sino una «agenda central de fortalecimiento institucional, político y operacional, con capacidad de acción sobre los grandes temas que nos agobian: el cambio climático, la paz de la región, el desarrollo económico, el comercio intrarregional”.
«Nuestra organización ya tiene la madurez para tener una infraestructura ágil, eficiente, y una Secretaría General que nos represente a todos y a todas; y complemente a la presidencia pro tempore, le dé continuidad a los planes de todas las presidencias que anualmente va sucediendo», aseguró.
Por otra parte, agradeció al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; al primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit; y al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, por el encuentro de entendimiento y paz convocado su homólogo de Guyana, Irfaan Ali.
«Fueron capaces de convocarnos a un encuentro de entendimiento y de paz, el 14 de diciembre, aquí en San Vicente y las Granadinas, con el presidente Irfaan Alí para abordar las diferencias que tenemos, diferencias herencia del colonialismo, porque la disputa sobre el territorio Esequibo es una herencia directa del colonialismo. Espero que las buenas relaciones que se han establecido de diálogo se profundicen, y más temprano que tarde se reactive el Acuerdo de Ginebra y busquemos cara a cara, ambos Gobiernos y ambos pueblos, una solución satisfactoria, pacífica y diplomática a las diferencias y a la controversia que hemos tenido desde el siglo XIX», manifestó.
«Hemos definido que sea un territorio de paz, y para que haya paz tiene que haber justicia. Venezuela ha sido sometida en los últimos ocho años a más de 930 medidas coercitivas unilaterales, sanciones criminales contra la economía, contra el pueblo y contra la sociedad venezolana», dijo.
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