El empuje de la pre-candidatura presidencial de María Corina Machado no deja indiferente a nadie en Venezuela y buena parte del continente. ¿La razón? En víspera del proceso para las elecciones primarias opositoras del 22 de octubre su figura, siempre vertical, no solo domina con facilidad los sondeos de opinión pública sino que comienza a desatar pasiones en una población cansada de tragedias.
En los corrillos de las redes sociales su nombre no permite medias tintas. Y algunos analistas creen que su aspiración beneficia al madurismo por su carácter radical. Oswaldo López Martínez, periodista y politólogo en formación, respondía con vehemencia un comentario en Twitter sobre esta supuesta conveniencia.
María Corina hará que los chavistas se abstengan. Esa abstención, por primera vez, afectará es a Maduro. El chavismo no es lo mismo que el madurismo. ¡Sépalo!”, escribía echando por tierra la tesis que exhibe a la líder de Vente Venezuela como la amenaza política que más unifica al chavismo de cara al 2024.
Todos contra ella
Darwin Chávez, comunicador y analista político, habla de un frente armado contra su figura por parte de AD, UNT y Primero Justicia, a quienes no le convienen las primarias por el temor que le genera un resultado demasiado aplastante a su favor. Estos partidos, integrantes del G4, comenzaron una campaña para evitar la realización de la consulta. Buscarían el consenso, con Manuel Rosales como opción. Todo con la venia de Nicolás Maduro.
El Director de Verdades y Rumores va más allá. Cree que Machado tiene un margen elevado de crecimiento en el anclaje popular. “Está en camino a convertirse en un fenómeno electoral bastante similar, guardando las distancias y las diferencias democráticas entre ambos, al Chávez de 1998”.
En 1998 el padre político de Nicolás Maduro, complementa Chávez, se convirtió en la opción de la mayoría de los venezolanos que buscaba un cambio ante el marcado desgaste de AD y Copei. “Se convirtió en un candidato anti establishment y fue capaz de ganar las elecciones de manera fácil, sin tener estructura política (…). Si regresamos al presente, María Corina Machado es la candidata anti establishment, que en la actualidad representa el PSUV y el G4 (sin Voluntad Popular) en su totalidad”.
Ante el fervor que genera, el analista advierte que AD, UNT y PJ no temen perder únicamente el control de la lucha opositora. “También perderían el poder que ella podría capitalizar con el posible respaldo de la mayor parte de la dirigencia que integra las estructuras de estas organizaciones, quienes más allá de los intereses de sus líderes, buscan una salida a la crisis que les agobia y creen en la liberación del país”, argumentaba en un artículo.
¿Factor divisor?
Pero Jesús Castillo Molleda, director de la firma Polianalítica, es de quienes piensan que María Corina es la candidata que más le conviene hoy al gobierno de Maduro. Y se refiere al impacto de su discurso radical contra el chavismo y a un potencial escenario unitario a futuro.
Se atreve a decir que hay que acabar con todos en el chavismo, entonces está provocando un efecto importante dentro del chavismo y el madurismo, que es que se están uniendo a pesar de sus diferencias. Además, María Corina divide a la oposición. Sería inocente pensar que Manuel Rosales Capriles y Henry Falcón con Fuerza Vecinal, entre otros aliados, la apoyarían en caso que gane la primaria”.
Molleda considera que el gobierno la deja correr para agudizar los enfrentamientos en la oposición. “Y si la oposición no puede debilitarla, seguramente ellos vendrán con algún plan que logre que se debilite”. Incluso, desde el oficialismo, alude, pudieran fomentar que esta división se consolide en dos candidaturas que le permitan lavarle la cara a su victoria en octubre de 2024.
El académico desestima que la combativa dirigente opositora provoque un tsunami electoral que pase por encima de todas las estructuras y se convierta en un fenómeno de movilización espontáneo. Como muestra, se refiere a la convocatoria para el acto de inscripción a las primarias, donde Carlos Prosperi y Henrique Capriles, demostraron las maquinarias de AD y PJ.
¿Inhabilitarla?
Esta semana, Luis Ratti, expresidente del Frente Nacional Bolivariano Hugo Chávez, creado en 2013 para apoyar a Nicolás Maduro y las bases del Psuv, pidió ante la Contraloría General de la República la inhabilitación política de la representante de Vente Venezuela. La solicitud incluyó a Henrique Capriles y Freddy Superlano, de Voluntad Popular.
No es tan sencillo para el régimen inhabilitar al que gane las primarias”, respondió Machado en un video difundido a través de sus redes sociales. Y tiene razón. La comunidad internacional, con el gobierno de los Estados Unidos y el Parlamento Europeo a la cabeza, sirven como escudo protector de la fundadora de Vente Venezuela.
Desde Rusia, Andrés Izarra, exministro de Comunicaciones de Hugo Chávez, avala de cierta manera la visión de Darwin Chávez. Afirma que Maduro logró dividir al chavismo, que una parte de abstendrá y la otra será capitalizada por el candidato que más polarice.
Decían de Chávez que era como El Guaire, mientras más mierda le echaban, más crecía. Así mismo es, mientras mierda venga de estos ‘mierdas’, más crece”, escribe sobre la exdiputada, de quien piensa, más allá de la distancia que tiene con sus posiciones viscerales, que se puede convertir en un “tsunami electoral”.
Izarra, crítico del gobierno de Maduro, al que califica como una mafia, en Twitter analiza lo que sucede y reconoce temor en el gobierno pese al plan para inhabilitarla por parte del gobierno del que formó parte como Ministro de Turismo. “Es más, me atrevería a decir—aún sin estudios en la mano—que una parte importante de esa masa que vemos apoyando a la candidata, antes votaba por Chávez”.
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