Venezuela
El máximo goleador y delantero de la Vinotinto, Salomón Rondón. EFE

2023 sin duda es un año que dejó mucho en el apartado de la Selección Absoluta de Fútbol. La Vinotinto acabó el año en la cuarta posición de las eliminatorias CONMEBOL para el Mundial de 2026.

Todo comenzó con el nombramiento de Fernando Batista. Tras el proceso José Néstor Pékerman, el ex seleccionador Sub-20 de Argentina tomó su primer gran reto.

Sin experiencia más que dirigir inferiores en Argentinos Juniors, la Sub-20 de Armenia y la de Argentina, Batista agarró a la selección de Venezuela tras encargarse de la Sub-21 que quedó subcampeona en el Maurice Ravello de 2022.

Como jugador no tuvo la carrera que tuvo su hermano, Sergio, pero sí salió campeón en 1995 con San Lorenzo. Tuvo una participación en el Mundial Sub-20 de 1989, pero más allá de eso su carrera como defensa no llegó a más.

Pero lo que sí puede llegar a hacer historia es su futuro al mando de la única selección de Sudamérica que no ha ido a un mundial.

Filosofía del «Bocha»

Batista llegó a los mandos de Venezuela el 10 de marzo de 2023, después del paso de Pékerman, quien dirigió 10 partidos desde finales de 2021 hasta el 7 de enero de 2023.

Desde entonces ya tiene los mismos juegos en su haber que su predecesor y maestro. Su primer partido amistoso, ante Arabia Saudí, mostró de primera mano lo que quería crear en la Vinotinto.

Agresividad, transiciones rápidas, salida desde abajo y bloque medio son las características de su juego. Otra cosa que se demostró en cada partido de Fernando Batista al frente de la selección, es su capacidad de adaptarse a su rival y contexto.

A pesar de que sus primeros encuentros variaron entre la línea de cuatro y la de tres centrales, su idea principal está entre el 4-3-3 y el 4-2-3-1 con algunos compromisos en 4-4-2.

Aunque se siente más cómodo esperando para contraatacar, tampoco huye si es el que debe proponer. Y sobre todo, el principal cambio y acierto de Batista al frente de la Vinotinto es su sistema defensivo.

El director técnico de Venezuela, el argentino Fernando ‘Bocha’ Batista.

Construcción de la ilusión

El debut oficial de Fernando en eliminatorias se dio el 7 de octubre en Barranquilla contra Colombia. Derrota por la mínima en un encuentro sin mucha emoción.

Su primer once constó de: Rafael Romo, Alexander González, Yordan Osorio, Wilker Ángel, Luis Mago; Yangel Herrera, Tomás Rincón, José Martínez; Jefferson Savarino, Salomón Rondón y Darwin Machis.

Un once que desde entonces sale casi de memoria, con algunas modificaciones según el contexto y el rival. Empezando con la defensa, la segunda mejor de lo que va de eliminatorias con solo tres goles en seis partidos.

Rafael Romo se ganó con creces el puesto dejado por Wuilker Fariñez y que Joel Graterol no pudo mantener. Dos veces en el once de las eliminatorias, promedia 3.2 salvadas por partido, lo que significa una eficacia del 82 %.

Romo es la primera piedra de un sistema defensivo que tiene tres arcos en cero. Es el mejor inicio defensivo en la historia de la selección. Es el jugador que más minutos tiene en la era ‘Bocha’ y no se ha perdido un solo juego.

Le sigue el lateral derecho Alexander González. Dueño de la acera derecha, exhibición contra Paraguay, ante Brasil, Chile y Ecuador. Una vez en el once de la jornada y es de los laterales que más balones recupera por partido, con un ratio de 6.6.

En la zaga están Osorio y Ángel. Su funcionamiento como pareja hasta ahora es superlativo, Yordan solo se perdió un juego y Wilker ha estado en todos. Ambos ganan más del 50 % de sus duelos, estadística clave para unos centrales.

Mientras el del Parma es el líder de la defensa y quien saca el balón jugado, el de Aucas es el encargado de romper todo. Su entendimiento es fundamental en cómo se mueve el bloque, que muchas veces defiende cerca de Romo. Ese triángulo de centrales y arquero marca el éxito o no de Venezuela.

Por último, el lateral izquierdo. Antes de la llegada de Batista él indicado era Oscar González, pero el ciclo de Fernando ha probado con casi todos. Miguel Navarro y su rapidez en ataque, Christian Makoun y su consagración ante Brasil, y Luis Mago con su constancia.

Es el único puesto de la defensa que rota según lo crea conveniente el técnico. Navarro se destaca más en ataque, por eso suele ser el titular en casa; Makoun es un central reconvertido que ayuda mucho para cerrar en defensa y Mago es un poco el equilibrio entre ambos.

La defensa es la clave de sí la Vinotinto irá bien y el ‘Bocha’ es consciente de eso. Un equipo y un sueño se construye desde abajo y es lo que hizo Fernando.

Se vale soñar en 204

Hasta ahora el ciclo Batista tiene un balance de cinco victorias, cuatro empates y una derrota. En eliminatorias son dos victorias, tres igualdades y una caída. El combinado nacional está cuarto con nueve puntos, en puestos de clasificación directa.

Es el mejor arranque de la historia de la selección y Batista está rompiendo récords por ahora. De por medio habrá una Copa América, por la cual ya el seleccionador declaró que se irá a competir y las eliminatorias no volverán hasta octubre de 2024.

Habrá amistosos en enero y la preparación para junio, se enfrentarán a México, Jamaica y Ecuador. Fernando Batista cumplirá su primer año como técnico de un equipo absoluto con Venezuela y en solo 10 partidos ya ilusionó a una nación.

Porque el gol 40 de Rondón, la chilena de Eduard Bello o el baile de Yeferson Soteldo ya forman parte del imaginario colectivo de la Bochaneta. Una selección que quedó última en el camino a Qatar 2022 ahora está entre las cuatro mejores y gran parte es gracias al argentino.

El 2023 termina con un sueño en construcción y el 2024 puede ser la cúspide de un proyecto por el que vale ilusionarse.

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