Durante dos años, Eudarys Brito ha intentado vender su casa, una vivienda de cuatro habitaciones, dos baños y área de estacionamiento, para poder comprar un apartamento.
A través de una agencia inmobiliaria, empezó a gestionar la venta del inmueble y tras dos intentos de compra que no se concretaron, decidió bajar el precio de la residencia.
Vender su propiedad ha sido un camino complejo. “Muchos preguntan el precio, otros más se animan a ver el inmueble, pero nada se concreta”, explica y añade que se trata de un proceso que se ha alargado por un año y medio, sin que pudiese concretar la venta.
El mercado inmobiliario nacional de segunda mano ha experimentado un descenso que inició en los meses de marzo y abril 2024, que según explicó Roberto Orta Martínez, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela durante una entrevista radial el 12 de junio, se trata de una desaceleración de la demanda que ocurre generalmente durante periodos electorales.
Sin embargo, destacó que se trata de un mercado caracterizado por la poca demanda debido al bajo poder adquisitivo del venezolano y la imposibilidad de acceder a créditos o financiamiento.
Orta Martínez destacó que solo en pocas regiones del país ha repuntado la actividad inmobiliaria, entre las que destacó Anzoátegui, Distrito Capital, Lara y Carabobo, como consecuencia de la migración interna.
Un mercado infravalorado
Aquiles Martini Pietri, experto en el tema inmobiliario y expresidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, explica que este sector, en líneas generales, es uno de los más deprimidos del país, ya que hay dos características que lo definen: bajo poder adquisitivo y contracción del sector primario, es decir, construcción de viviendas.
Al respecto, apunta que la construcción de proyectos habitacionales, por parte de la empresa privada se contrajo hasta en un 98% y la venta de inmuebles de segunda mano, es decir, el mercado secundario, está signado por el descenso en las ventas.
Las propiedades, en consecuencia, se comercializan hasta en 80% menos de su costo de construcción y por debajo del valor de reposición, es decir, quien venda no podrá comprar otro inmueble con lo que obtenga por la venta.
“Construir una vivienda nueva, incluyendo terreno, materias primas, financiamiento -en el caso de que tenga- y la utilidad que debe tener cualquier promotor de vivienda, debe estar por el orden de los 1.500 dólares el metro cuadrado en la construcción básica», apunta Martini Pietri.
«Si se toma como referencia ese costo como precio de reposición, hoy en día hay apartamentos en Caracas por el orden de los 200 o 300 dólares el metro cuadrado. Si cuesta entre 1.000 y 1.500 dólares reponerlo y lo vendo en 200 o 300 dólares, pues estás vendiendo a un 20% o un 30% del valor de reposición”, explica.
Y, además de estos factores, Martini adiciona los gastos que acarrea el pago a registros inmobiliarios, lo que calificó como un “problema gravísimo”, ya que se incumplen normas legales.
El gremialista explica que, a nivel de registros inmobiliarios, de manera legal solo debe cobrarse hasta el 2% del valor de venta de un inmueble, pero, en la práctica, los costos son mucho más elevados.
“Tenemos casos de registros que cobran alrededor del 20%, 30% y hasta el 40% del valor de venta, en una suerte de corrupción generalizada que ha sido denunciada reiteradamente, pero sin respuestas. Y esta es una situación que está afectando enormemente la compraventa de viviendas”, asevera.
¿Cuánto cuesta una vivienda?
Adquirir un inmueble residencial es una de las metas recurrentes de quienes deciden iniciar una familia o independizarse del hogar familiar.
Pero, lograr la adquisición de una propiedad puede resultar un proceso largo, ya que los precios están por encima de lo que se percibe como salario promedio en Venezuela.
En Caracas, los precios de las viviendas varían de acuerdo con el tipo de inmueble y la ubicación.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!