La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, advirtió este miércoles contra votar a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en las próximas elecciones europeas de junio, al tiempo que pidió un claro compromiso con el Estado de derecho, con Ucrania y con Europa.
Antes de las elecciones europeas, la AfD hace propaganda para el presidente ruso, Vladímir Putin, y espía para China, primero habla de pueblo y de patria, «y luego traiciona esta patria ante los autócratas», afirmó Von der Leyen en un discurso en Berlín al cierre del congreso federal de la Unión Cristianodemócrata (CDU).
Calificó el comportamiento de la AfD de destructivo e hipócrita y les acusó de ignorar la historia.
«No tenemos nada en común con estas personas de poco fiar», afirmó, y agregó que cualquiera que quiera trabajar con los cristianodemócratas después de las elecciones europeas debe cumplir tres criterios: un compromiso claro con el Estado de derecho, con Ucrania y contra los crímenes del Kremlin, y con Europa.
«No se puede hacer Estado con servidores del Kremlin, con quienes desprecian la democracia y con extremistas. Ni tampoco Unión Europea», advirtió.
Von der Leyen subrayó que la democracia, cuando es fuerte, ofrece respuestas a los mayores desafíos.
Estorba nuestra democracia
«Aquellos que dividen nuestra sociedad tiene una cosa en común: les estorba nuestra democracia. No quieren encontrar soluciones comunes, no aportan nada a ello y tampoco tienen ningún interés en superar los verdaderos desafíos de nuestro tiempo», indicó.
Además, calificó el programa electoral de AfD de «programa de destrucción de empleo» al fantasear sobre un ‘Déxit’, la salida de Alemania de la Unión Europea, que le costaría al país alrededor del 10 % de su rendimiento económico, una pérdida de prosperidad de entre 400.000 y 500.000 millones de euros al año y como nación exportadora, la pérdida inmediata de 2,2 millones de puestos de trabajo, señaló.
Von der Leyen denunció asimismo la amenaza a la democracia que representan los recientes ataques violentos registrados contra políticos en Alemania, atribuidos al ambiente crispado favorecido por el discurso ultraderechista.
«Debemos proteger de los ataques a todos aquellos que defienden nuestra sociedad democrática y nuestro país, independientemente del partido al que pertenezcan, ya sea a nivel privado, en campaña electoral o en el ejercicio de cargo, de día o de noche», instó.
Si estas personas ya no están seguras, agregó, tampoco lo está la democracia y, por tanto, exigió, los autores de estas agresiones «deben sentir todo el peso de la ley».
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