“En aquel tiempo Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame “Rabbí”. «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar “instructores”, porque uno solo es vuestro Instructor: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado”.
Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela
La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta entre otros santos en honor a Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars. Fue una religiosa española, que nació en Aitona, Lérida, España el 9 de enero de 1843 En 1873 fundó la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Barbastro. Murió santamente en Liria, Valencia, España el 26 agosto 1897, dejando 103 Casas-Asilos de su Congregación en plena actividad en España y América. Fue beatificada por Pío XII el 27 abril 1958 y canonizada el 27 enero 1974 por Pablo VI,
En la liturgia del día meditamos los textos: Rut 2,1-3,8-11;4,13-17; Sal 127; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Mateo capítulo 23, del verso 1 al 12. En el que JESÚS se enfrenta con el modo de proceder de los guías religiosos del pueblo judío, personificados en los fariseos y los escribas. Rebate su protagonismo hecho de apariencia y de exigencias a los demás, sin dignarse a “mover un dedo” para ayudar a la pobre gente a soportar las cargas que les imponen.
Muy pertinente es destacar que, en el tiempo de JESÚS, los judíos debían cumplir con unos 613 preceptos y normas, que habían sido redactados por los letrados y fariseos, para beneficiar más a la estructura del poder religioso y político, que a las personas de a pie, que es donde realmente debe de reconocerse el Accionar de DIOS. Por eso es que JESÚS denuncia a estas normas injustas, que servían más para las prácticas rituales y el cobro de impuestos, que para tener sociedades donde reine la justicia y la equidad que es el querer de DIOS.
Y es que lamentablemente la tendencia preponderante de los seres humanos es la de buscar el poder y el tener a toda costa, y para ello se colocan las instituciones, las normas, las estructuras de poder y las tradiciones por encima de las personas, y ese modo de proceder pasa en mayor o en menor grado en los grupos políticos, económicos, sociales y también en nuestros grupos de apostolados, por lo que podemos decir que todos tenemos algo de letrados y de fariseos en nuestro proceder cotidiano. Porque es más fácil una hora de oración para que nos vean, que dar de comer, de beber y de vestir al necesitado.
Al confrontarnos con el texto vemos que, los fariseos y letrados a los que se dirige JESÚS, somos nosotros, que estamos llamados a enmendar nuestra forma de actuar y a Configurarnos plenamente con el Proyecto de “Civilización del AMOR” del Maestro. Por eso es que tenemos que implorar mucha fuerza espiritual, para erradicar de nuestra personalidad, esa actitud de prepotencia que nos hace enseñorearnos sobre los demás, y que daña la comunión fraterna de la vida comunitaria.
De allí que hoy sea el día para que, frente a la escasez de alimentos, de medicina, de salarios indignos y de servicios deficientes, reflexionemos sobre nuestras prepotencias y nuestras ambiciones desmedidas. Y humildemente pedir la Gracia de CONVERTIRNOS en verdaderos cristianos, para mantener un equilibrio entre lo que creemos y hacemos, entre lo que rezamos y practicamos, entre lo que decimos y vivimos.
Señor JESÚS, líbranos de la perenne tentación de querer ser más importantes que útiles. Y danos la fortaleza necesaria para erradicar de nuestros entornos todo culto a la personalidad, que hace surgir tiranos que atentan contra la dignidad de las personas.
Amén
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!