Recientemente, se anunció el descubrimiento de una urbanización perteneciente al Imperio Romano en Alemania. El yacimiento, que ha resistido la erosión natural a lo largo del tiempo, ha revelado artículos sorprendentes de la vida cotidiana, destacándose unas suelas de sandalias con clavos, consideradas rarezas.
La Oficina Estatal de Baviera para la Conservación de Monumentos (BLfD) ha compartido datos sobre un campamento auxiliar del Imperio Romano que data del período entre el año 60 y 130 d.C.
Este sitio arqueológico, ubicado en la región de Baviera, es objeto de una investigación que comenzó hace meses con la finalidad de preservar los vestigios que siguen manteniéndose bajo tierra, relacionados con los soldados imperiales.
El conservador general de la institución, Mathias Pfeil, enfatizó en la importancia de estos hallazgos: «la suela de Oberstimm, en particular, demuestra que incluso después de finalizar las excavaciones arqueológicas, se sigue recopilando información valiosa». Además, resalta la valiosa labor de los restauradores.
Sandalias en el ejército
Las sandalias, que formaban parte del uniforme general del ejército romano en Europa occidental, han sido objeto de especial atención. Las evaluaciones radiológicas demostraron que estas suelas eran de un adulto.
La consultora de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera, Amira Adaileh, explicó que las denominadas “Caligae” eran usadas frecuentemente por los soldados romanos en la era del Imperio Romano.
Este descubrimiento confirma cómo las prácticas, estilos de vida y vestimenta romana influyeron en la comunidad local de Baviera.
Además de las sandalias, los arqueólogos extrajeron cerámica típica, como la Terra Sigillata, así como alimentos, herramientas y piezas de vestimentas utilizadas por los habitantes comunes. Estos objetos se preservaron cuidadosamente para impedir su degradación y oxidación.
Inicialmente, la suela de sandalia se confundió con una placa de metal corroída con tachuelas. Sin embargo, análisis posteriores comprobaron su real cometido: los clavos se usaban para ajustar la suela al cuero, proporcionando equilibrio y tracción al caminar.
Encontrar este tipo de calzado es excepcional, ya que solo se han encontrado unos pocos ejemplares en toda Europa. La suela de Oberstimm, previamente descubierta en un pozo, es la mejor conservada hasta ahora.
Este hallazgo ha permitido entender mejor los materiales utilizados por los romanos en la confección de sus vestimentas, desde los uniformes militares hasta las preferencias de la población en general.
Un aspecto llamativo sobre el nombre “caligae” es que proviene del sobrenombre del tercer emperador romano, Cayo Julio César Augusto Germánico, conocido como Calígula.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!