El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunió con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, para abordar cuestiones de ayuda militar y Defensa, en un viaje de trabajo a Estocolmo en el que el mandatario tiene previsto ser recibido también por el rey del país nórdico, Carlos Gustavo.
«Tenemos una amplia agenda de temas a abordar, pero la cooperación en Defensa es uno de los prioritarios, incluidos los preciados CV-90s», escribió en su cuenta en X -antes twitter- el líder ucraniano, en alusión a esos vehículos blindados de fabricación sueca y a su reunión con Kristersson.
El propio Zelenski había informado unas horas antes a través de este mismo medio, así como de Telegram, de su llegada a Estocolmo, en un viaje que no se había anunciado previamente.
«Nuestra principal tarea es fortalecer nuestras defensas aéreas y terrestres, desarrollar la cooperación bilateral y la seguridad de espacio euroatlántico», afirmó en su primer mensaje el presidente ucraniano, quien explicó además que viaja acompañado de su esposa, Olena.
El gobierno de centro-derecha de Kristersonn anunció esta semana un nuevo paquete de ayuda a Ucrania por 3.400 millones de coronas (287 millones de euros), para lo cual se convocaron de urgencia al Parlamento y a la comisión de Finanzas, a los que corresponde aprobar la partida.
La ayuda militar incluye munición y piezas para los carros de combate 90 y 122 y el sistema de artillería Archer, que ya fueron entregados a Kiev hace meses.
Desde el inicio de la invasión rusa, Suecia ha entregado doce paquetes de ayuda militar a Ucrania, con un monto aproximado total hasta ahora de 17.000 millones de coronas suecas (1.437 millones de euros) e incluidos varios tanques Leopard
La visita al país nórdico de Zelenski no se había anunciado previamente, como ocurre frecuentemente en sus desplazamientos al extranjero por razones de seguridad.
Suecia, país que sigue pendiente de completar su proceso de integración en la OTAN a falta de que Turquía formalice la ratificación a su ingreso, elevó esta semana el nivel de amenaza terrorista al segundo más alto -el 4 en una escala de cinco-.
La decisión del gobierno de Kirstesson se debe a una serie de factores, entre ellos las protestas del mundo islámico por sucesivas quemas públicas del Corán, la última de las cuales se produjo ayer, ante la embajada de Irán y, de nuevo, por el refugiado iraquí Salwan Momika.
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