Ciudad Guayana.-Han pasado casi 60 años de un episodio que en su momento cimbró a la escena del futbol mundial, porque una de sus máximas figuras, Alfredo Di Stéfano, fue secuestrado en Venezuela durante una gira de amistosos del Real Madrid en 1963.
Tres años antes de su retiro, Di Stefano vivió uno de los momentos más difíciles de su vida, el 24 de agosto de 1963, con 37 años de edad, fue secuestrado en el Hotel Potomac de la capital Caracas por las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela, una organización guerrillera en contra del gobierno del entonces presidente Rómulo Ernesto Betancourt.
«Eran las 6 de la mañana, me llaman por teléfono, vivíamos en una habitación contigua Juan José Santamaría y yo. Entonces me llaman por teléfono y yo creía que era de broma y colgué. Pero al rato llaman otra vez y me dicen: ‘O baja o lo vamos a buscar, es la policía’. Y yo pensé que seguía la broma, volví a colgar. «
Me llevan por las escaleras, bajo y había un coche americano esperando ahí. Se sube adelante el chofer, uno se mete por una puerta, a mí me meten en medio y el otro por la otra puerta, me hacen sándwich. Y me dicen: «Alfredo, esto no es la policía, es un secuestro», contó Di Stefano en un reportaje hecho por Televisión Española.
DURÓ 72 HORAS SECUESTRADO
Se supo que el líder del secuestro era un sujeto de nombre Máximo Canales, quien era un guerrillero que buscaba llamar la atención de la prensa a través del secuestro de Di Stefano para dar a conocer el movimiento de las FALN en ese país.
La propia Saeta relató que le fue comunicado el propósito de privarle momentáneamente la libertad, que nunca le hicieron daño y que por el contrario lo trataron muy bien en un apartamento lujoso durante su secuestro.
La privación de la libertad de la Saeta duró 72 horas y luego de que los secuestradores lograron su cometido de llamar la atención, Di Stefano fue liberado un miércoles por la mañana en la Avenida Libertador en Caracas y muy cerca de la Embajada de España, a la cual el futbolista se dirigió de inmediato para pedir auxilio: «Y veo por los cristales una sombra y aparece un conserje; me ve, me abre la puerta y le digo yo: ‘Soy Di Stefano'».
JUGÓ DE TITULAR EL MISMO DÍA EN QUE LO LIBERARON
Ese mismo día que liberaron a Di Stefano, el Real Madrid tenía un partido por la noche ante el Sao Paulo; el entonces técnico del equipo, Santiago Bernabéu, le pidió que jugara, para que mostrara su fortaleza después de haber sido secuestrado.
La Saeta lo hizo más a fuerza que nada e inclusive jugó de titular, pero en el segundo tiempo fue sustituido. Volvió a España junto con el equipo y al bajar del avión se reunió con su esposa e hijos, para dar fin a una de las experiencias más amargas y difíciles en la vida de uno de los mejores futbolistas en la historia.
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