Ciudad Guayana. La historia del baloncesto estadounidense tiene dos cosas claras: el talento se renueva constantemente y Wilt Chamberlain siempre aparecerá en los registros al momento de buscar algún récord. Casi como ningún otro jugador que haya pisado la liga, su impacto es fácilmente demostrable a través de los números.
En total, ostenta 72 marcas históricas. Muchas de ellas parecen inalcanzables, incluso en una época como la actual en la que los horizontes estadísticos se han ampliado quizás como nunca antes.
En la temporada 1966-67, el estadounidense promedió 24.1 puntos, 24.2 rebotes y 7.8 asistencias por partido. Su equipo, los Philadelphia 76ers, ganarían el título con cierta comodidad, después de registrar una de las mejores fases regulares de la historia (68 victorias). Pero con Wilt Chamberlain siempre hay algún récord más.
El 24 de febrero de 1967, es decir tal día como hoy hace 54 años, en una victoria ante Baltimore, Chamberlain dejaría una de sus marcas prácticamente imbatibles.
El legendario pívot firmó una gran actuación con 18 tiros de campo anotados… en 18 intentos. Es la marca más alta de canastas de campo sin tener un solo fallo. Completó su actuación con seis tiros libres (para un total de 42 puntos), 30 rebotes y 10 asistencias.
Esa temporada consiguió el tercero de sus cuatro MVP y culminó con el primer campeonato de su trayectoria, luego de que Philadelphia se impusiera en las Finales de NBA ante San Francisco Warriors, el equipo del que se había ido dos años atrás.
Todas sus cifras en ese curso sería lo máximo para la gran mayoría de los jugadores que han pasado por la NBA. Sin embargo, ninguno reflejó tan bien su dominio como aquella ráfaga de partidos en los que fallar no era una opción posible. ¿Podrá alguien en el futuro firmar un 19/19?
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