Ciudad Guayana. Ya pasaron 4 años de cuando el club brasileño Chapecoense disputó su último partido de fútbol previo al accidente aéreo que sufrió posteriormente cuando viajaba a Colombia para jugar la final de la Copa Sudamericana.
El modesto club se enfrentaba al puntero Palmeiras, en un duelo celebrado en el Allianz Parque en la ciudad de Sao Paulo. El cuadro alviverde ganó el encuentro 1-0 consagrándose así campeón de Brasil.
Luego de esto, el Verdão se preparaba para una final histórica sin saber lo que les deparaba el futuro.
La noche del 28 de noviembre el avión de la compañía LaMia, donde se transportaba el equipo de Brasil, se estrelló en Colombia. El aparato que venía de Bolivia sufrió una “emergencia” cuando se aproximaba al aeropuerto José María Córdoba de Medellín.
En la aeronave viajaban 68 pasajeros y nueve tripulantes, de los cuales en un principio solo seis sobrevivieron. Las dos cajas negras del avión fueron halladas por un grupo de funcionarios de la Aeronáutica Civil, según indicó en un mensaje de Twitter su director Alfredo Bocanegra.
Caracol Radio explicó que el avión no explotó al colisionar contra el suelo, pero el impacto fue tan fuerte que el aparato acabó roto en varios pedazos.
El aeroplano se estrelló en Cerro Gordo, una colina ubicada en La Unión, a 5 minutos de la pista de aterrizaje del aeropuerto José María Córdova y a una altitud de 3300 m. Primero colisionó la parte posterior del avión, por lo que la cola quedó sobre la cima de la montaña mientras que el fuselaje y la cabina quedaron cuesta abajo.
Erwin Tumiri, técnico de vuelo que logró sobrevivir, mencionó: “Todo fue muy rápido, de un momento a otro vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las de emergencia”. Suárez le dijo que “algo está pasando”. “Luego se apagó toda la luz y en cuestión de minutos comenzó a vibrar (el avión) y pasó directamente el impacto. Sentí como una hojalata doblándose, sentí el golpe y ya desperté boca abajo en una pendiente”.
Los futbolistas sobrevivientes fueron Alan Ruschel, el arquero de reserva Jakson Follmann y Neto. Los otros sobrevivientes fueron un periodista, Rafael Henzel de Radio Oeste, y dos miembros de la tripulación de vuelo: Ximena Suárez, un sobrecargo, y Erwin Tumiri, un técnico de vuelo, ambos de nacionalidad boliviana.
Follman recibió una cirugía de amputación de pierna derecha y estuvo en terapia intensiva, mientras que Ruschel fue hospitalizado alrededor de las 3:00 AM con una “comprensión en la tibia, abdominal y la vértebra 10 fracturada”. Por estas lesiones recibió cirugía de urgencia. El 3 de diciembre le retiraron la respiración asistida y cuatro días más tarde ya podía hablar y caminar, aunque con ayuda.
Neto sufrió fracturas expuestas y estuvo entubado. Fue operado varias veces por “lesiones en las extremidades inferiores y heridas abiertas”. “Lo más importante es que la parte neurovascular está muy bien y ahora esperaremos las 48 horas que requieren el proceso de mejoría del índice de oxigenación muscular” según dijo el médico Juan Antonio Rodríguez, que lo atendió en la Clínica San Juan de Dios de La Ceja, donde estuvo internado el jugador en cuidados intensivos y fue mantenido con sedación profunda.
El portero Danilo inicialmente sobrevivió al accidente y fue rescatado por el personal de Cruz Roja, pero falleció en el hospital mientras era operado de sus heridas. Su esposa declaró a Fox Sports que él la llamó llorando desde la cama del hospital antes de morir.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!