Ciudad Guayana. Se cumplen 22 años del día en el que el “loco” debuto con la albiceleste, protagonizando un ciclo que tuvo el sello característico del rosarino y que estuvo marcado por la prematura eliminación en el Mundial Corea-Japón 2002.
El miércoles 3 de febrero de 1999 hubo un amistoso que sirvió de puntapié inicial para un ciclo que se extendió hasta setiembre de 2004, cuando el propio entrenador admitió haberse quedado «sin energía» para seguir al frente del combinado nacional. El escenario del encuentro inaugural resultó el estadio José Pachencho Romero, en Maracaibo, y el rival fue Venezuela.
Para su primer encuentro al frente de la selección, Bielsa eligió una lista netamente local, sin jugadores que estuvieran actuando en el fútbol europeo.
Así, fueron convocados integrantes del Boca campeón del Apertura 1998, primer título de Carlos Bianchi. Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado, delanteros; Hugo Ibarra y Walter Samuel, defensores, y Diego Cagna, mediocampista.
Por el lado de River estuvieron, entre otros, Germán Burgos, Eduardo Berizzo, Juan Pablo Sorín, Leonardo Astrada y Marcelo Gallardo; mientras que Bielsa les hizo un guiño a los hermanos Claudio y Darío Husaín más Sebastián Méndez y Cristian Bassedas, a quienes había conducido en el Vélez campeón seis meses atrás.
Por su parte, Venezuela arrancó el compromiso con Danny Vigas, el “zurdo” Rojas, Rolando Álvarez, José Manuel Rey, David McIntosh, Edson Tortolero, José Ricardo Duno, Gabriel Urdaneta, Cristian Cásseres, Félix Hernández, Fernando Martínez. El técnico José Omar Pastoriza.
La primera complicación en el debut de Bielsa, que terminó en victoria por 2-0, surgió cuando Ibarra sintió un pinchazo a los 20 minutos. El posterior diagnóstico marcó desgarro y un adiós para la siguiente parada de la gira, en Los Ángeles, ante México.
Argentina terminó resolviendo el encuentro en el segundo tiempo, con una aparición de Samuel en el área rival tras un tiro de esquina y una exquisita definición del Muñeco Gallardo.
Bielsa mostró un equipo vertical, con una consistente presión en tres cuartos de cancha y con dos marcadores de punta acostumbrados a pasar al ataque en cualquier momento del desarrollo.
Una Argentina que destacaba en los números (más allá de la vergüenza que representó no avanzar de fase de grupos en el Mundial de Corea Japón en 2002) pero más desde el estilo de juego que buscó imprimirle a una selección que olvido respetos y temores hacia los demás equipos.
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