Ciudad Guayana. Tal día como hoy de 2019, el Real Madrid se marchó de la Copa de Europa en una de las peores noches que se recuerdan. Después de más de mil días reinando, el Ajax aplastó 1-4 al campeón con fútbol y convicción.

En aquel choque, el madridismo podía esperarse una noche de sobresaltos, pero no que su equipo estuviera aniquilado a los 18 minutos. Todo lo que le pudo salir mal al Madrid se juntó en un partido que fue bastante más que una mala noche.

Fue la demostración ante toda Europa de una pésima planificación deportiva que empezó un minuto después de ganar la décimotercera en Kiev. Una plantilla mal confeccionada que dejó al equipo sin gol y que cambió a Cristiano nada menos que por Mariano, que esa noche estaba en la grada. Además de una elección de entrenador a la desesperada, que empezó con la contratación Julen Lopetegui y continuó con el inexperto técnico del Castilla, Santiago Solari, porque no había nadie más a mano.

El Ajax fue el Ajax que todos esperaban. Sin nada que perder, salió a morder desde el principio y su propuesta enérgica y vertical desordenó pronto a la defensa blanca en la que se notó la ausencia de Sergio Ramos.

El Ajax marcó enseguida, a los seis minutos, cuando Ziyech aprovechó un error en el control de balón de Kroos. Y marcó el segundo a los 18, tras una gran ruleta de Tadic sobre Casemiro y un remate ajustado de Neres.

A partir de ahí todo fue desastre para el Madrid. La suerte que había tenido en la ida se le volcó en contra. Tuvo dos remates al palo, uno de Varane y otro de Bale, y perdió por lesión antes del descanso a Lucas Vázquez y a Vinícius, el arma más letal que tenía. Entraron Bale, recibido con silbidos, y Marco Asensio.

Como al Madrid nunca le ha faltado corazón el equipo se fue a por el gol como sea, dejando grandes espacios que el Ajax aprovechó para tirar la contra. Los “merengues” llegaron vivos al descanso porque Courtois sacó varias pelotas de gol.

La segunda parte agudizó el desenlace del partido, con el Ajax replegado, el Madrid le buscó las vueltas una y otra vez, pero se le vio sin ninguna capacidad de gol. El Ajax esperó que pasara el chaparrón y a la primera que tuvo Tadic clavó el 0-3 por la escuadra. El tanto fue validado por el VAR que consultó si antes del remate el balón había traspasado una línea de banda.

Todo estaba resuelto pero el Madrid encontró un gramo de esperanza en el 1-3 de Marco Asensio a falta de veinte minutos. No le duró nada el ánimo porque enseguida Schöne, de falta, puso el 1-4.

El final fue una fiesta total para la afición holandesa y una tortura para el madridismo. Se coreó el “Florentino dimisión” y los jugadores se retiraron cabizbajos en medio de una pitada general. Así acabó aquella temporada para el Real Madrid.

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