Ciudad Guayana. Dentro de unos años muchos podrán decir que han visto jugar a Roger Federer, el que es para la mayoría, el tenista más grande de todos los tiempos. En tan solo un año, el suizo logró ganar tres de los cinco grandes torneos y conseguir su vigésimo ‘Grand Slam’ (marca que igualó Nadal en octubre), situándose solamente por detrás de Margaret Court (24), Serena Williams (23) y Steffi Graf (22).

La final del Abierto de Australia 2018 entre “El reloj suizo” y Marin Cilic no se recordará por el nivel de juego sino por la incertidumbre y la emoción del final. Cuando parecía que Roger tenía todo controlado desde el minuto uno, el croata se encargó de regresar al partido una y otra vez en momentos impensados para generar el suspenso, pero finalmente Federer se llevó lo que fue a buscar, la defensa del título y su Grand Slam número 20, al imponerse por 6-2, 6-7, 6-3, 3-6 y 6-1 en tres horas y tres minutos de juego.

Federer comenzó arriba sin problemas con la conquista del primer set por 6-2 en tan solo 24 minutos ante un Cilic que se mostraba incluso inferior a un principiante. Entonces parecía que Su Majestad no precisaría demasiado para la conquista de su título de Grand Slam que, además, sería el 6° en Australia y así igualaría a Roy Emerson y a Novak Djokovic como el más ganador en Melbourne Park.

Pero el croata decidió que podría hacer algo más y elevó su nivel, algo que además coincidió con un sorpresivo bajón de Federer para llevarse la segunda manga por 7-6 luego de un tie break de 7-5.

«Es un ganador, no es alguien que llega hasta aquí por llegar. A veces te encuentras gente que da la impresión de estar contenta por haber llegado a donde está, pero él viene para más que eso», había señalado Federer con respecto a Cilic antes de la final y aquellas palabras tomaron fuerza cuando este se aferró al partido.

El suizo entonces apeló a su talento y con notables ajustes en su primer saque y en los tiros ganadores, ganó el tercero por 6-3. Para el cuarto Cilic parecía entregado y Federer contaba además con el apoyo del público. Por si fuera poco, logró un quiebre y estaba todo dado para la celebración, pero el N°6 del mundo en ese momento, no quiso que la fiesta durase tan poco. Se recuperó increíblemente y se llevó el cuarto por 6-3.

«Me siento muy bien físicamente, aunque varios de mis partidos han superado las tres horas. Mi nivel de tenis ha sido muy bueno durante el torneo, he jugado mejor que el año pasado, soy más agresivo», había anticipado Cilic antes de la final.

Fue entonces que el croata obligó a Federer a quedarse en cancha y disputar el quinto set, pero allí ya no hubo misterio. Roger fue el que todos esperaron desde el inicio y dejó sin oportunidades a Cilic para llevarse la última manga por 6-1 y sumar la edición 2018 a su colección de títulos del Abierto de Australia (2004, 2006, 2007, 2010 y 2017).

«Estoy muy feliz, esto es increíble. Ha sido un día largo, he pensado en este partido todo el día porque ganar este torneo es un sueño hecho realidad. Gracias Marin, has hecho un gran torneo, felicidades, has conseguido muchas cosas, sigue haciendo lo que estás haciendo y vas a lograr más», expresó Federer, con el trofeo de campeón en sus manos y, pese a su trayectoria, notablemente emocionado.

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