Ciudad Guayana. Echar un vistazo al currículo de Scottie Pippen es darse cuenta de que estamos hablando de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Seis veces campeón de la NBA, siete veces all-star, una vez MVP del partido de las estrellas, tres veces integrante del Primer Quinteto Ideal de la temporada y ocho del Primer Quinteto Defensivo.
Su número 33 está retirado por los Chicago Bulls y formó parte del Dream Team que asombró al mundo en Barcelona ’92. Sin embargo, la vida y la trayectoria del escudero de lujo de Michael Jordan nunca fue sencilla. En absoluto.
Pippen es el pequeño de 12 hermanos de una familia con muchas dificultades económicas y sin posibilidad alguna de poder pagar los estudios universitarios a sus hijos. El día a día en una casa de sólo dos habitaciones no era precisamente fácil y fue a peor cuando su padre sufrió un ictus que le dejó medio cuerpo paralizado y sin poder andar o hablar. Al poco tiempo, su hermano mayor sufrió un accidente de tránsito y quedó en silla de ruedas. El drama familiar crecía por momentos.
Elegido por Seattle en el draft de 1987, no paso mucho tiempo para que fuera trasladado a los Bulls a cambio de Olden Polynice y ya instalado en el equipo, su química con Jordan, se dio naturalmente.
Pippen pasaría a ser desde entonces el alero todo terreno de los míticos Bulls de Phil Jackson, los que ganaron seis anillos con Jordan a la cabeza. Ese mismo año Chicago paso de clasificar arrastrado a los playoffs a ser el tercer mejor equipo de la conferencia; mientras que Jordan se liberaba de la presión de conducir la franquicia.
Aunque ese año los Chicagos no ganaron el título, la dupla Jordan-Pippen, ya rendía frutos. La esfera personal de Scottie, por otro lado, era bastante compleja, el 33 de los Bulls sufrió entonces la muerte de su padre y experimentó varios sin sabores en las relaciones de pareja.
Los años pasaron y las penurias fueron dejadas de lado. En los noventas le llegó el momento de celebrar, pues liderado por Jordan los Chicago de Jackson quedaron campeones en 1991, 1992 y 1993.
La historia con los Chicagos tendría un pequeño revés en 1994, tras el retiro de Jordan, luego del brutal asesinato de su padre James. Si bien los Bulls de Pippen consiguieron mantenerse a flote, esto no alcanzó para que se llevaran el título.
Pippen quien había estado detrás de Jordan, tras su salida, lo convenció de volver a las canchas en 1995 y ya en 1996, los Bulls eran nuevamente campeones.
La suerte los siguió en 1997 y 1998; pero, este último año marcó la historia del plantel pues era la última temporada de Jackson con los mágicos Bulls. Además, Pippen estuvo cerca de ser eliminado de la escuadra, debido a los enfrentamientos que tuvo con la dirección por su contrato.
Finalizada la era de oro, Jordan y Scottie irían en direcciones opuestas, el uno al retiro y el otro a los Houston Rockets. Después de esto firmó un jugoso contrato con los Portland Trail Blazers, donde permaneció hasta 2003. Regreso más tarde a los Chicago, paso luego por los Torpan Pojat y los Sundsvall Dragons y se retiró definitivamente en 2008.
Aunque las malas decisiones financieras pusieron en peligro su economía, logró reponerse y hoy en día es analista para la ESPN.
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