Trabajadores jubilados de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), denuncian que desde el pasado 21 de diciembre fueron desactivados de la empresa, perdiendo los pocos beneficios que aún tenían   para disfrutar.

192 jubilados son los afectados por esta problemática que les ha bajado significativamente la calidad de vida. Destacan que  a las bolsas de comida les redujeron la mitad de los productos, además, de un recorte en la quincena.

Miguel Espinosa, presidente de la Asociación de Jubilados, Pensionados y Sobrevivientes de CVG Casa Matriz (AJUPE CVG), declaró que CVG se comprometió a depositar las prestaciones a principios del mes de enero, pero que hasta la fecha no se han vuelto a pronunciar sobre el tema.

«Nos hemos reunido representantes de los jubilados de Ciudad Guayana, Ciudad Bolívar, Tucupita, Amazonas y donde CVG tenga sedes para reclamar los beneficios que nos corresponden», declaró Espinosa a Nueva Prensa Digital.

Hacen hincapié en que todo esto es una «burla» para su persona y que las autoridades de la compañía no ofrecen una respuesta satisfactoria a los casi 200 trabajadores jubilados.

Han llevado el problema hasta la capital del país y toda la información que han logrado recopilar es totalmente diferente a la que han recibido, al mismo tiempo, comentan que en ninguna oportunidad el presidente de CVG, Pedro Maldonado, los ha atendido de manera personal.

Beneficios perdidos

Jorge López, uno de los trabajadores jubilados desde el 21 de diciembre, explica que ahora solo cobran una tercera parte del sueldo que poseían cuando se encontraban activos en la empresa.

«Recorte salarial, la bolsa de alimentos la redujeron a la mitad, aparte de que cuando hacen la entrega de proteínas, la última que realizaron fueron de unos pollos, nos dieron la mitad de lo que reciben los trabajadores activos», expresó López.

Ahora siendo desactivados solamente mantuvieron el cobro de una  reducida quincena.

Resalta que ahora será más complicado conseguir lo que definieron como «medicinas esporádicas», este servicio les aliviaba la carga a aquellos que se encontraban bajo tratamiento médico permanente.

Malos tratos

En vista  que solo recibieron evasivas, algunos se dirigieron a conversar con autoridades de la empresa en la región, siendo  maltratados únicamente por buscar respuestas para su situación.

Osmaira León, afectada por la decisión del 21 de diciembre, denuncia que los jubilaron dejándolos con «una mano delante y otra detrás» poniéndolos en un grave aprieto.

«Traté de hablar con las autoridades de la corporación y recibí malos tratos, únicamente por preguntar por mis beneficios», expuso León.

Resalta la falta de honestidad con respecto a tener un buen plan de jubilación para ellos, dejando a 192 trabajadores sin los medios para poder llevar el sustento a sus hogares.

 

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