
Un aproximado de 150 familias viven en zozobra en la comunidad 5 de Julio de la parroquia Simón Bolívar. Las calles se hallan intransitables, no existe red de aguas negras, el agua por tubería no llega a las casas, mientras que el tendido eléctrico pudiera colapsar en algún momento.
Necesidades básicas es lo que se percibe en esta comunidad con más de 70 años de fundada, sus residentes se resisten a dejar sus casas y ellos mismos, intentan solucionar las carencias del sector sin ayuda del gobierno regional y local.
El consejo comunal recibió recursos para una parte de la red de aguas negras, sin embargo, “los responsables se repartieron los dólares y el trabajo que se hizo nunca funcionó”, dijo un vecino.
En diciembre del año pasado, instalaron un tramo de tuberías de aguas negras en la calle principal, “destruyeron la vía. La dejaron intransitable y el proyecto quedó inconcluso. Los reales no alcanzaron para tanta gente”, afirmó otro lugareño.
Manantial de agua
En la calle Independencia, cruce con La Táchira, funcionan varias tomas de agua potable que viene del manantial, cuyo yacimiento es explotado por la empresa Agua Clarita, la comunidad solo se beneficia de las tomas y por este motivo no padecen por falta del preciado liquido.
“Dios tenga misericordia de nosotros”, exclamó Odalis de Bellorin, cuando se le preguntó por las carencias del barrio 5 de Julio, además, aseguró que es hija de uno de los fundadores del sector, ya fallecido. Desde que tiene conocimiento la comunidad ha sido excluida por los gobiernos de turno.
La circulación constantes de camiones cisternas que se benefician de las tomas de agua, acabaron con la vialidad del sector.
La calle Táchira se volvió un lodazal, las aguas no dejan de circular por la deteriorada vía de acceso al barrio.
Aguas negras
Como única alternativa, echan las aguas negras a una quebrada que pasa por el medio del barrio; también al colector de aguas de lluvias que cruza por la comunidad San Rafael, 5 de Julio y termina su recorrido en Las Delicias, detrás de la Clínica Humana, a un lado del barrio El Centro.
Rubén Hurtado, tiene 40 años viviendo en este lugar, explicó que antes este sitio estaba saturado de graves problemas que los mismos vecinos han ido enfrentando y solucionando.
“Se hizo una cometida de la red de aguas negras en la calle principal, pero peor fue el remedio que la enfermedad. La tubería colapsó desde el primer momento, quedaron desniveladas, se fracturaron y las aguas residuales comenzaron a desbordarse, nadie se hizo responsable”.
Otro nativo dijo que los camiones cisternas que se surten de agua potable en las tomas, instaladas por la empresa Agua Clarita, distribuyen dicho líquido en algunas comunidades.
Dueños de los «tanques» reciben 60 litros de gasoil por instrucciones de la gobernación y alcaldía de Caroní para distribuir aguas en algunos sectores, sin embargo, el agua no llega gratis, la gente tiene que pagarla.
El abandono por parte de la alcaldía de Caroní y gobernación del estado Bolívar, es evidente, es lo que aseguran los lugareños.
Ellos, afirman que padecen, no tienen una la red de aguas negras, agua por tuberías, aceras y brocales, asfaltado.
Temen quedar sin servicio eléctrico en cualquier momento, denuncian que los postes se hallan corroídos por el oxido y otros doblados, pudieran desplomarse y causar una tragedia en el barrio.
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