Redacción internacional. La relación entre Japón y Latinoamérica es primordial por su cooperación en tecnología, medioambiente y asistencia social en la región de la que obtiene materias primas, pese a que el intercambio comercial fue solo de 60.000 millones de dólares en 2018, muy por debajo del que se tiene con China.
Tras la segunda Guerra Mundial en 1945, Japón buscó expandir sus relaciones con otros países y pese a que su ubicación geográfica es opuesta se convirtió en el socio comercial más antiguo de Asia en varios países de Latinoamérica, donde compra materias primas como petróleo, gas, minerales y alimentos y comercia en su mayoría tecnología y automóviles.
Por eso es importante la presencia de varios líderes de Latinoamérica, donde viven más de dos millones de personas de origen japonés, a la ceremonia de entronización del nuevo emperador Naruhito, de 59 años, que se celebrará este 22 de octubre, y donde acudirán dignatarios y jefes de Estado de más de 190 países.
De este lado del mundo, asistirán los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; de Panamá, Laurentino Cortizo; y de Guatemala, Jimmy Morales, los vicepresidentes de Argentina, Gabriela Michetti; de Paraguay, Hugo Velázquez Moreno, y de El Salvador, Félix Ulloa; el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo; el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Roberto Morales Ojeda; el ministro de Cultura de Perú, Francisco Petrozzi, y la primera dama de Costa Rica, Claudia Dobles.
Venezuela y Japón llevan 81 años de relaciones que no pasan por su mejor momento tras el apoyo dado al jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, como presidente interino del país latinoamericano y el anuncio del Gobierno japonés de que ya no seguirá cooperando con el presidente Nicolás Maduro.
Japón exportó en 2017 a Venezuela cerca de 95 millones de dólares en productos como automóviles e importó cacao o minerales por 47 millones de dólares.
Las relaciones entre Brasil y Japón se remontan a 1908, desde entonces el gigante suramericano cuenta con la comunidad más grande del mundo, con alrededor de 1,9 millones de personas provenientes de ese país.
Sin embargo, el plano económico entre los dos países se ha deteriorado en los últimos años. Brasil llegó a tener con Japón un intercambio comercial de 15.000 millones de dólares en 2011, pero ha caído hasta los 8.000 millones de dólares en 2018, en gran parte por la influencia de China en la región.
Japón es uno de los cuatros mayores usuarios del Canal de Panamá, un cliente importante y un fuerte actor en la Zona Libre de Colón. La balanza comercial entre ambos fue de 261,7 millones de dólares en 2018.
La relación entre Japón y Perú es la más antigua en la región con 120 años, en los cuales se ha registrado una numerosa migración japonesa que ha reforzado la influencia cultural como lo demuestran los más de 100.000 descendientes de japoneses que viven en el país suramericano.
Tanto Japón como Perú son miembros veteranos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y del Acuerdo Transpacífico, junto a Chile y México.
El intercambio comercial entre Chile y Japón es de 9.508 millones de dólares. El país latinoamericano exporta a ese mercado 7.016 millones de dólares, siendo más de la mitad (4.278 millones de dólares) exportaciones mineras, principalmente cobre. Las importaciones desde Japón alcanzan los 2.343 millones de dólares.
En los últimos años Japón ha fortalecido la cooperación en temas de medioambiente, deporte y salud en Costa Rica. Además, ambos países ya han expresado su interés en negociar un acuerdo de libre comercio.
Con Guatemala los indicadores comerciales de 2018 indican un valor de importaciones por 264.761 millones de dólares y de exportaciones por 114.649 millones.
Japón fue uno de los países que mayor apoyo brindó a El Salvador tras los Acuerdos de Paz que puso fin a la guerra civil (1980-1992). Actualmente, la cooperación japonesa se centra en programas para promover proyectos en reactivación de la economía y ampliación del empleo, prevención de desastres y promoción de desarrollo inclusivo.
Nicaragua y Japón establecieron relaciones hace 84 años y en los últimos 25 el Gobierno japonés ha brindado cerca de 1.000 millones de dólares en cooperación.
Con Honduras la balanza comercial favorece a Japón, principalmente en lo que respecta a la venta de vehículos. Entre los productos que se venden a los japoneses están el café, cacao, camarón y melón, que representan unos 60 millones de dólares al año.
Paraguay y Japón cumplen este año el centenario de sus relaciones, cuando suscribieron su primer tratado comercial. El país asiático exportó en 2018 productos, especialmente de electrónica y automoción, por 9.600 millones de dólares, y el suramericano vendió aceite de soja y sésamo por 6.500 millones de dólares en 2018.
Con 131 años de relación México y Japón destacan que desde la adopción del Acuerdo de Asociación Económica (AEE) el comercio bilateral ha superado los 22.000 millones de dólares hasta 2018. El país asiático es el cuarto socio comercial de los mexicanos a nivel mundial y el principal inversionista de Asia y el Pacífico.
Japón ha centrado sus inversiones en Colombia en los sectores automotriz, manufacturas y comercio al por menor, sumando cerca de 220 millones de dólares y creando más de 900 empleos directos.
Japón y Cuba dieron un fuerte impulso a sus relaciones en 2017 cuando se firmó un acuerdo de reestructuración de la deuda de la isla con el país asiático y que se estima en más de 1.500 millones de dólares. Además, el Gobierno japonés se comprometió a proveer tecnología para el ámbito médico y establecer intercambios de estudiantes y profesores universitarios.
EFE
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