Miami.- Una abuela y su nieto próximo a cumplir los dos años murieron a manos de un hombre que les disparó en un supermercado de Florida (EE.UU.) y posteriormente se quitó la vida mientras los clientes corrían despavoridos al mediodía del jueves.

Las autoridades del condado Palm Beach, al norte de Miami revelaron la noche del jueves algunos detalles más del tiroteo, entre ellos el nombre del agresor, Timothy J. Wall, de 55 años, pero no las identidades de las víctimas, ni los motivos del crimen.

La Oficina del Alguacil del Condado Palm Beach aseguró en un comunicado que «no se conocía un motivo o relación entre el atacante y sus víctimas», pero que siguen investigando.

Detalló que el arma fue encontrada en cerca del cuerpo de Wall y que creen que sus heridas fueron autoinfligidas.

El hecho ocurrió hacia el mediodía del jueves, cuando una multitud de compradores estaba durante la hora del almuerzo en un supermercado de la cadena Publix en Royal Palm Beach, al norte de Miami.

Los agentes llegaron al supermercado y encontraron a las tres personas muertas por heridas de bala, detalló Teri Barbera, portavoz de la oficina del alguacil.

En un principio Barbera aclaró que «no» se trataba de un agresor «activo» para calmar a la comunidad que teme ataques masivos indiscriminados.

«Este es un proceso largo», manifestó Barbera sobre la investigación.

Juan Guardia, un cliente que estaba en el supermercado, describió los momentos de terror que vivieron al diario Palm Beach Post.

«Escuché: ‘¡Están disparando!’. Una trabajadora de Publix dijo: «¡Corre! ¡Disparando!», recordó.

«Tenía miedo. Es triste porque todo pasó rápido. Todos corrían. Algunos empleados lloraban», dijo.

Barbera indicó que los nombres de la abuela y el niño no serán informados debido a que sus familias se acogieron a la Ley de Marsy sobre privacidad, que impide la divulgación de este tipo de víctimas.

Los detectives de la División de Delitos Violentos acudieron desde el jueves a la escena del crimen en el supermercado, que aún se mantiene cerrado al público, y estaban entrevistando a testigos y mirando las imágenes de la cámara para comenzar la investigación.

También las autoridades guardaron los elementos que dejaron los compradores que huyeron de la escena del crimen, en el supermercados Publix.

El sur de Florida, especialmente el condado Miami-Dade, afronta en las últimas semanas una ola de tiroteos indiscriminados contra civiles, entre otras por ajuste de cuentas entre pandillas.

Entre ellos uno en Hialeah, en el que al menos tres personas dispararon de forma indiscriminada contra los asistentes a un concierto de música rap dejando tres muertos y una veintena de heridos.

Florida además se prepara para recordar este sábados a las 49 víctimas de un tiroteo ocurrido hace cinco años en la ciudad de Orlando, en el centro del estado.

Para la fecha de la masacre, el 12 de junio de 2016, fue considerado la mayor tiroteo en la historia reciente de Estados Unidos, solo superado después por el de Las Vegas (Nevada) en el que murieron 59 personas en 2017.

En Orlando, la mayoría de las víctimas eran de origen puertorriqueño que participaban en una fiesta gai en el bar Pulse, y que fueron masacradas por el estadounidense de origen afgano Omar Mateen.

 

EFE

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