Panamá.- La nostalgia sobre el mundo del cine y el contacto con el público, trastocados por la pandemia del COVID-19, acaparó una mesa de diálogo con los actores Geraldine Chaplin, Ricardo Darín y Luis López Tosar, en el arranque de la novena edición, por primera vez virtual, del Festival Internacional de Cine de Panamá.
Desde sus respectivos confinamientos, estos experimentados artistas vertieron sus sensaciones y preocupaciones sobre lo sucede con la enfermedad, que obligó al Festival panameño a desarrollarse hasta el próximo 26 de mayo enteramente digital, un camino tomado por otras muestras como Tribeca o el Cinelatino de Toulouse.
Lo claro para los tres es que nada será como antes, al menos por tiempo improbable, en la manera de hacer cine, los rodajes, estrenos sin el glamour ni encanto de las alfombras rojas, los vítores y la ausencia del calor del público, sumada la incertidumbre de lo que espera al arte cinematográfico.
«La risa, la comedia, el público… ¡Oh, qué va a pasar!», meditó la britanoestadounidense Chaplin.
Incluso, en tono pesimista, Chaplin confesó que la situación de confinamiento la ha llevado a pensar que con sus 76 años de edad «igual no trabajo más», después de su última obra, «La fiera y la fiesta (Holy Beasts, 2019).
«Seguramente es la última (aparte de dos series de televisión, «Britannia» y «The Crown», 2019), tengo 76 años, igual es la última, igual nunca trabajo más, puede ser», afirmó Chaplin.
Sin embargo, la veterana actriz indicó que pese a todo existen proyectos, entre ellos, reveló, «una comedia musical sobre la eutanasia», que aseguró se ha estado trabajado con el realizador Carlos Marqués-Marcet (Barcelona, 1983), sin adelantar más detalles.
Para el actor español Luis López Tosar, en concreto, «en el mundo del cine la incertidumbre está atacando de una manera muy aguda».
«Es decir, ninguno de nosotros ahora mismo puede saber muy bien en qué momento se van a poder retomar las cosas: cuándo vamos a poder rodar una película en condiciones, cuándo se va a poder representar una función teatral, cuándo los teatros, la música se va a poder desarrollar de manera plena», reflexionó.
El actor español añadió que la realidad «es que pertenecemos a un sector que es especialmente incierto en términos de futuro, no sabemos muy bien lo que va ocurrir», lo cual, expreso, «hace que también de alguna manera uno tenga que relativizar y ralentizar el tiempo un poco más porque si no te puedes volver loco».
Para López Tosar (1971), cuando se retomen las cosas con la «nueva normalidad» pos-COVID-19 las grandes salas lo llevarán mejor que las pequeñas a nivel logístico, «para poder ofrecer de manera segura, sanitariamente hablando, a la gente el espectáculo del cine, y las pequeñas sí que lo van a tener más complicado, igual que el teatro».
En ese sentido, el actor español, conocido por las películas «Celda 211» y «Te doy mis ojos, Mientras duermes», dijo que esto es así ya que «plantear funciones en las que (solo) se puede meter un 30 % (de aforo), pues quizá no valga la pena movilizar a nadie para eso».
El argentino Ricardo Darín, actor en «Nueve Reinas» y en la película ganadora del Óscar «El Secreto de sus Ojos», concuerda con lo dicho por López Tosar, aunque hizo la observación que de las grandes salas de cine «han quedado pocas».
Darín (Buenos Aires, 1957) destacó que se debe a que «las grandes concentraciones económicas descubrieron la mágica, extraordinaria manera de reducir las salas grandes, y convertir una sala grande en diez salas chicas».
«A lo mejor esto (de la pandemia) es un aprendizaje para ellos también, lo que no van a poder hacer es reconstruir las salas grandes que tiraron abajo», remarcó el actor y director argentino, quien destacó que otro problema de la pandemia y los protocolos sanitarios es el uso de las mascarillas «que serán un impedimento para la interpretación, sin ningún lugar a dudas».
«Lo que es raro es tener que rodar con gente rodeada de equipos de protección, o sea debe ser muy extraño», manifestó López Tosar.
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