El telescopio espacial Romano Nancy Grace, podría coronarse como el más potente del mundo en su lanzamiento programado para el 2027. Cabe destacar que, originalmente, este telescopio se creó para la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
El origen de este proyecto se remonta a 2011, cuando la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), una institución dedicada a la manufactura de equipamiento de vigilancia para entidades como la CIA y la NSA, se puso en contacto con la NASA.
«Llamaron diciendo que tenían un par de satélites espía en un almacén en el norte del estado de Nueva York», indicó el profesor del Departamento de Física y Astronomía, de la Universidad de Pensilvania, Bhuvnesh Jain.
«No los estaban usando, y pensaron que a la NASA le podrían gustar porque tenían algunos instrumentos de última generación que podían ser adaptados para mirar en una dirección diferente: hacia el espacio»
La NASA mostró interés en esta propuesta y mandó de inmediato a varios astrónomos para evaluar los satélites.
«El hecho de que la NRO este dispuesta a donar dos telescopios de la calidad del Hubble, que nunca han sido lanzados al espacio, añadió un toque de surrealismo», agrega Jain.
Financiamiento del proyecto
A pesar de la disposición de la NRO de ceder los satélites a la NASA, es necesario aclarar el propósito por el cual serán utilizados y cómo la NASA logrará costear las configuraciones necesarias para equiparlos con instrumentos de observación interestelar.
Además, en aquel momento, la mayor parte del presupuesto estaba asignada al telescopio Hubble, lo que implicó una lucha encarnizada para obtener financiamiento para el Telescopio Espacial Romano Nancy Grace.
Es importante resaltar que se nombró en honor a la primera astrónoma jefe de la NASA, reconocida por su papel crucial en la obtención de fondos del Congreso para el Hubble y apodada «la madre del Telescopio Espacial Hubble».
Revolución del estudio espacial
La NASA asegura que este innovador telescopio revolucionará el estudio de los exoplanetas y el universo en su totalidad.
«Se trata de un tipo de telescopio similar al Hubble, pero tendrá un campo de visión 100 veces mayor que el instrumento infrarrojo del Hubble. Esto significa que Roman podrá capturar franjas del cielo mucho más grandes en mucho menos tiempo» expresó Jain.
Los especialistas planean llevar a cabo tres trabajos fundamentales, iniciando por los mapeos de la materia oscura en el universo primitivo a través del análisis de miles de millones de fotos galácticas, investigar la variabilidad temporal de la luz y explorar las regiones más tenues de la Vía Láctea.
Al seguir las acciones estelares dentro de la galaxia con el Telescopio Espacial Romano, se espera aportar claridad sobre la expansiva estructura de la Vía Láctea.
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