Luanda.- Angola celebró este miércoles en calma unas elecciones generales de las que saldrá el próximo presidente del país, consideradas las más competidas desde la introducción del sistema democrático multipartidista en 1992.

El presidente de Angola y líder del líder del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), João Lourenço, que busca en estos comicios un segundo mandato de cinco años, animó a todos sus conciudadanos a «ejercer» el «derecho al voto».

«Es rápido, es simple y recomendamos a todos los ciudadanos votantes que hagan lo mismo. Al final, todos ganamos, es la democracia la que gana, es Angola la que gana», dijo esta mañana el mandatario tras votar en el colegio electoral de la Universidad Lusíada de Angola, en el barrio de Ingombota en Luanda.

Una media hora más tarde hizo lo propio su gran rival, el líder de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), Adalberto Costa Júnior, quien votó en la Escuela Estrela da Manhã, en el barrio de Kilamba, también en la capital angoleña.

Aunque Costa Júnior también llamó a todos los angoleños a votar en un «día histórico», lamentó la escasez de registros de votantes en su colegio electoral.

Los comicios, así como la campaña electoral, transcurrieron sin episodios de violencia política y bajo la vigilancia de unos 80.000 efectivos de las fuerzas de seguridad.

No obstante, este período electoral también ha estado marcado por la tensión y las denuncias de Costa Júnior y otras figuras de la oposición de posibles irregularidades para favorecer al MPLA, cuestionado de esta manera la calidad democrática del país.

El MPLA dirige Angola desde 1975 y tiene el control prácticamente de todas las instituciones estatales, de ahí las dudas que tienen los opositores -y algunos expertos- sobre la parcialidad de la Comisión Nacional Electoral (CNE).

«Hasta ahora todo ha ido sobre ruedas. Los votantes están demostrando una gran madurez política. Me gustaría que esto siguiese así hasta el último momento, sin ningún tipo de perturbaciones», declaró a Efe en un centro electoral de Luanda Pedro Pimentel, que trabaja en una empresa de seguridad de la capital angoleña.

Casi 14,4 millones de electores (de una población total de unos 33 millones de habitantes) fueron llamados a las urnas en 13.238 colegios electorales integrados por 26.443 mesas, que cierran a las 17.00 hora local (16.00 GMT).

Efe pudo observar largas colas de votantes en varios centros electorales de Luanda, pero las autoridades aún no han publicado datos oficiales de participación.

Además, para permitir votar a un mayor número de ciudadanos, las autoridades electorales aprobaron esta tarde en una reunión de emergencia autorizar el derecho a voto a los angoleños con sus carnés de identidad caducados.

«Dado que el derecho al sufragio es un derecho político universal, no sería correcto limitar este ejercicio fundamental», señaló en una rueda de prensa el portavoz de la CNE, Lucas Quilumbo.

LLAMAMIENTO A ACEPTAR EL RESULTADO

Tras ejercer su derecho democrático, la presidenta del Tribunal Constitucional, Laurida Cardoso, pidió a todos los partidos políticos que acepten los resultados de las elecciones, que calificó como «un momento de fortalecimiento de la democracia».

«Como en cualquier competición, tendremos ganadores y perdedores. Las reglas de cualquier juego nos dicen que debemos aceptar los resultados. La decisión del pueblo debe ser aceptada por todos», señaló Cardoso.

Ocho formaciones (siete partidos y una coalición) pugnan por los 220 escaños de la Asamblea Nacional en las quintas elecciones desde 1992 y, según la Constitución, el líder de la fuerza política que logre más asientos se convertirá automáticamente en el presidente de la República.

Sin embargo, sólo dos partidos tienen opciones de alcanzar la Presidencia en esta votación: el MPLA y la UNITA.

El MPLA, liderado desde 2017 por Lourenço, ha sido criticado por no atajar los altos niveles de inflación, pobreza y desempleo en un país que es el segundo productor de petróleo de África, pero en el que gran parte de la población vive ahogada en la pobreza.

De orientación marxista y nacionalista, el partido gubernamental es el único que ha gobernado el país desde su independencia de Portugal en 1975 y libró una guerra civil con UNITA desde ese año hasta 2002.

Por su parte, la UNITA, de centro-derecha, es popular en núcleos urbanos y busca el voto de los jóvenes hastiados del dominio del MPLA, entre los que ha logrado una notable aceptación, según las encuestas, que vaticinan una reñida disputa en las urnas.

Actualmente, el MPLA ostenta la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional con 150 escaños, mientras UNITA sólo cuenta 51.

Los resultados finales deberían publicarse hasta 15 días después de las elecciones.

 

EFE

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