Bogotá, Colombia. El izquierdista Gustavo Petro juró este domingo como presidente de Colombia, cargo al que llegó para suceder a Iván Duque, ante una multitud que lo ovacionó en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
«Prometo a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia», dijo Petro al juramentar ante el presidente del Congreso, Roy Barreras.
El mandatario fue investido por la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, quien fue compañero de Petro en la guerrilla del M-19 y cayó asesinado en 1990 cuando era candidato presidencial y la intención de voto le daba un 60 %.
Entre lágrimas
La congresista, entre lágrimas, le puso la banda presidencial al nuevo mandatario y le dio un abrazo en medio de la ovación de los asistentes.
Tras ser investido, Barreras le puso en la solapa una «paloma de la paz», que simboliza una de las principales acciones que tratará de llevar a cabo durante su Gobierno, la de conseguir la «paz total» en Colombia.
Petro asumió este domingo como primer presidente de izquierdas de Colombia, culminando una senda de la que otros predecesores con sus mismas ideas fueron expulsados, después de que sufrieran persecuciones, amenazas e incluso asesinatos.
Primer acto de su Gobierno: que saquen la espada de Bolívar
El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó este domingo, como primer acto de su Gobierno, que la espada del Libertador Simón Bolívar, un símbolo de su lucha guerrillera y luego política, sea llevada a la tarima donde tiene lugar la ceremonia de investidura.
«Como presidente de Colombia solicito a la Casa Militar traer la espada de Bolívar, una orden del mandato popular de este mandatario», afirmó Petro en medio de una ovación de la multitud que asiste al acto.
Robo de la espada
El robo de la espada de Bolívar fue el primer acto de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19), que la sustrajo el 17 de enero de 1974 de la Quinta de Bolívar, una casa museo en el centro de Bogotá donde estaba en exhibición.
La pieza fue devuelta por el M-19 al Gobierno colombiano con ocasión de su desmovilización tras firmar un acuerdo de paz en 1990, durante el Gobierno del entonces presidente Virgilio Barco, y desde ese momento permanece en una urna de vidrio en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.
Para Petro, que en su juventud militó en el M-19, la espada tiene un gran valor simbólico, y por eso quería que estuviera en su acto de investidura, junto con la escultura de la paloma de la paz, creada por el maestro Fernando Botero para la firma del acuerdo de paz con las FARC, en 2016, pero el Gobierno de su ahora antecesor, Iván Duque, no se lo permitió.
Duque intentó desmeritar parte del acto
Según dijo esta mañana a Efe la coordinadora de comunicaciones del acto de investidura, Marisol Rojas, el Gobierno de Duque exigió pólizas, que se cumplieron, pero «ayer (sábado) a última hora al finalizar la tarde, el presidente Duque dio la orden de que la espada de Bolívar no sale».
Sin embargo Petro, nada más jurar como presidente, ordenó que la espada sea llevada a la tarima donde se lleva a cabo la ceremonia de su investidura.
EFE noticias
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