El turismo se ha vuelto cada vez más bizarro y terrorífico, pues existen turistas que aprovechan sus vacaciones para disfrutar del sol y la playa; otros prefieren escoger un destino cultural con cientos de lugares para visitar o quienes apuestan por una ruta gastronómica.

Sin embargo, cada vez son más frecuentes los viajeros que buscan salirse de lo habitual adentrándose en el corazón de lugares abandonados, envueltos en el misterio que les otorgan las historias de miedo reales acontecidas en esos escenarios o las leyendas de terror que han convertido esos destinos en todo un reclamo turístico.

El suicidio como atracción

Para el pasado 2018, Japón se posicionó como el país con la tasa de suicidio más alta en 30 años, gran parte de este porcentaje pertenece al Aokigahara Jukai en el monte Fuhi, conocido como “El Bosque de los Suicidios” en el que desde el año 1950 hasta la actualidad, 5.037 personas han acabado con sus vidas.

Aokigahara Jukai: El Bosque del Suicidio - Foto: Agencias
El Suicidio como atracción – Foto: Agencias

Aokigahara Jukai, es un bosque de 35km2 ubicado al noroeste de la base del monte Fuhi entre la prefectura de Yamanashi y la de Shizuoka, Japón. Este espacio fue el resultado de los torrentes de lava de las constantes erupciones de este volcán ocurridas entre los años 800 y 1.083, siendo la erupción Jōgan, ocurrida en 864, la que más contribuyó a su formación.

Su historia de horror tiene sus orígenes en las hambrunas y epidemias que azotaban para ese entonces a toda la población japonesa, por lo que, fueron muchas las familias más pobres que debido a esta situación abandonaron a la suerte a niños y ancianos, ya que no podían alimentarlos, debido a esto, surgieron infinidades de historias que afirman que el bosque está encantado por los fantasmas de las personas que allí murieron.

La superficie de este tenebroso bosque se encuentra formada por una espesa capa de roca volcánica, y en sus alrededores existen diferentes rutas “no oficiales” que son utilizadas por los turistas voluntarios para de esa manera adentrarse a las profundidades del lugar y encontrar en el camino cadáveres de personas desaparecidas.

El Suicidio como atracción - Foto: Agencias
El Suicidio como atracción – Foto: Agencias
El Suicidio como atracción - Foto: Agencias
El Suicidio como atracción – Foto: Agencias

Turismo inusual

Los turistas utilizan una especie de hilo o navajas para ir marcando el camino, ya que, no pueden utilizar brújulas por que no funcionan debido a que los yacimientos de hierro magnético que hay en el lugar hacen que estos aparatos y los GPS dejen de funcionar, provocando que los viajeros se pierdan.

Este bosque es conocido por ser el mejor lugar para suicidarse, debido a que es fácil desaparecerse, el sitio es extraordinariamente silencioso, sus anchos árboles no dejan que el viento se adentre en el interior del bosque, a lo que se suma que la vida silvestre es prácticamente inexistente, está lleno de cavernas rocosas y frías, convirtiéndose en el lugar en el que más gente se ha suicidado en Japón.

El Suicidio como atracción - Foto: Agencias
El Suicidio como atracción – Foto: Agencias

El problema de los suicidios es tan agudo aquí que el lugar está poblado de carteles que piden a los visitantes que piensen «una vez más» en la vida que les fue otorgada y que tengan presentes a «sus padres, hermanos y hermanas y niños». «No sufra solo, antes, contacte a alguien», continúan los mensajes, acompañados del número de teléfono de una línea de ayuda psicológica.

Motivos

Son muchos las personas que se preguntan porqué este lugar es seleccionado para llevar a cabo tantos actos macabros. A continuación varias razones:

  1. El despiadado abandono de niños y ancianos en el bosque por parte de las familias más pobres durante las epidemias y las hambrunas que asolaron a la población nipona durante el siglo XIX.
  2. Está asociado históricamente con demonios de la mitología japonesa, tanto que existen poemas de hasta 1.000 años de antigüedad que hablan de la maldición que habita en ese lugar.
  3. Distintas reseñas de la cultura japonesa relacionan este lugar con el suicidio. Entre ellas, el cuento de 1960 ‘Kuroi Jukai’ “El negro mar de árboles” de Seicho Matsumoto, en el que se narra cómo dos amantes se quitan la vida en Aokigahara.
  4. El libro del autor Tsurumi Wataru titulado “Manual completo de suicidio” fue publicado en 1993 y actualmente está prohibido en el país, ya que, describe esta foresta como un sitio «perfecto para morir» y hasta se refiere al ahorcamiento como una «obra de arte».
  5. La cultura del suicidio es completamente distinta a la del resto del mundo, ya que, cuenta con antecedentes como las acciones de los pilotos ‘kamikaze’ durante la II Guerra Mundial o los “seppuku” que se autoinflingían los samuráis por cuestiones de honor.
El Suicidio como atracción - Foto: Agencias
El Suicidio como atracción – Foto: Agencias

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