Bagnaia
El piloto italiano de Ducati Pecco Bagnaia en una foto de archivo. EFE/ Jose Manuel Vidal

El italiano Francesco «Pecco» Bagnaia, líder del mundial de MotoGP 2023, necesita parar en el Gran Premio de Japón que se disputa el 1 de octubre, la «sangría» de pérdida de puntos que acumula en los últimos grandes premios ante el español Jorge Martín y su compatriota Marco Bezzecchi, todos ellos pilotos de Ducati.

Las victorias de Martín en San Marino y la carrera sprint de la India y la de Bezzecchi en el Gran Premio de la India, han hecho que el vigente campeón del mundo de MotoGP haya cedido mucho terreno a sus rivales a falta de siete carreras para el final de la temporada y, si no quiere comprometer la renovación de su título mundial, necesita doblegar a sus rivales en Japón, aunque por lo visto en las últimas carreras no va a ser un objetivo fácil de conseguir.

Bagnaia llegó a tener 62 puntos de ventaja frente a Jorge Martín, de los que ahora le quedan apenas trece, y el español es el que más está presionando al líder italiano, mientras que su compatriota Bezzecchi, que llegó a estar en Austria, el mismo punto de referencia que para el español, a 68 puntos, ahora se encuentra a 44.

Y no va a ser un objetivo fácil, porque ya el año pasado se le atragantó el «doble anillo» de Motegi a «Pecco» Bagnaia, quien en carrera la mejor posición que ocupó hasta que se fue por los suelos fue el noveno lugar.

Los tres pilotos de Ducati debieran ser las figuras más destacas en la cita de Japón, aunque no las únicas, pues el compañero de Bezzecchi, su compatriota Luca Marini, no terminó de rematar el buen fin de semana que estaba protagonizando en la India y seguro que buscará resarcirse, como también los pilotos oficiales de Aprilia, los españoles Aleix Espargaró y Maverick Viñales.

Aleix Espargaró se marchó del circuito «Buddh International» sin un solo punto que sumar y si bien es quinto en la clasificación provisional del mundial se encuentra ya muy lejos de los pilotos de cabeza como para recortar esas distancias y pensar en el campeonato, por lo que su gran objetivo se tiene que centrar en buscar el mayor número de victorias y podios hasta el final de la temporada.

Algo semejante le sucede a Maverick Viñales, que si bien concluyó tanto la carrera sprint como el gran premio en la India, no lo hizo en las posiciones esperadas después de los buenos resultados de anteriores carreras, y como Aleix Espargaró tendrá que centrar sus objetivos en optimizar al máximo su rendimiento con podios y la tan anhelada victoria.

A Maverick Viñales se le resiste, por ahora, la victoria con Aprilia, que le convertiría en el único piloto en la historia de MotoGP en ganar con tres marcas distintas, pues ya lo hizo con Suzuki y Yamaha, y en el quinto de la historia de la categoría reina, por detrás del británico Mike Hailwood, los estadounidenses Eddie Lawson y Randy Mamola, y el italiano Loris Capirossi.

Seguro que llega con un estímulo especial, después de su podio en la India, el campeón del mundo de MotoGP de 2021, el francés Fabio Quartararo, quien tras la carrera del «Buddh International», dijo tener muy claro tras perseguir en las últimas vueltas al español Jorge Martín, qué es lo que le hacía falta a su Yamaha YZR M 1.

En ese trabajo no podrá contar con su compañero de equipo, el italiano Franco Morbidelli, quien el próximo año dejará su puesto al español Alex Rins para irse a Ducati, por lo que difícilmente pueda recaer sobre él ningún tipo de peso en la evolución de la moto.

Algo parecido le sucede a los pilotos oficiales de Honda, los españoles Marc Márquez y Joan Mir, que estuvieron «muy arriba» a lo largo del fin de semana en la India, aunque con muy distinto resultado para uno y otro, ya que el ocho veces campeón del mundo acabó por los suelos y el dos veces campeón del mundo finalizó quinto.

Pero en su caso quizás no sea tan clara la evolución en las prestaciones de sus prototipos y sí más la «calidad» de ambos para aprovechar al máximo el desconocimiento por parte de todos los pilotos de un circuito completamente nuevo en el calendario.

Juega a favor de Márquez y de Mir el hecho de que estarán en el circuito «de casa», pues el «Twin Ring» Motegi es propiedad de Honda y eso tendría que ser un «acicate» tanto para los pilotos como para los ingenieros a la hora de buscar el máximo rendimiento y que sus resultados no se acaben convirtiendo en una «afrenta» para la orgullosa mentalidad japonesa.

Como a los pilotos de Yamaha u Honda le sucede a los pilotos de KTM, cuyos oficiales, el surafricano Brad Binder y el australiano Jack Miller, pueden tener una oportunidad de oro para pelear por la victoria.

Miller ganó la carrera del pasado año en Motegi, aunque lo hizo a los mandos de una Ducati Desmosedici, y Binder acabó tras él, segundo a 3,4 segundos, lo que ya les confiere a ambos, «a priori», cierta confianza extra para afrontar la carrera nipona, en la que habitualmente las condiciones atmosféricas suelen tener su «cuota» de protagonismo.

Si las condiciones se muestran favorables, en Japón también podrían destacar pilotos como el francés Johann Zarco (Ducati Desmosedici GP23), el portugués Miguel Oliveira (Aprilia RS-GP), el «local» Takaaki Nakagami (Honda RC 213 V) o los españoles Pol Espargaró (Gas Gas RC 16), Augusto Fernández (Gas Gas RC 16) y Raúl Fernández (Aprilia RS-GP).

En el lado negativo hay que reseñar las ausencias de pilotos como los españoles Alex Rins (Honda RC 213 V) y el italiano Enea Bastianini (Ducati Desmosedici GP23), que continúan lesionados, o del español Alex Márquez (Ducati Desmosedici GP22) y el italiano Luca Marini (Ducati Desmosedici GP22), que se lesionaron en la India y forzarán su recuperación para intentar estar en la cita de Indonesia.

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