Flushings Meadows/ Nueva York, Estados Unidos. Las grandes ausencias del Abierto de Estados Unidos 2020, la australiana Ashleigh Barty, la canadiense Bianca Andreescu, junto a la bielorrusa Aryna Sabalenka, acuden este año al Centro Nacional de Tenis Billie Jean King con el único objetivo de lograr el título y arrebatar la corona a la actual campeona, la japonesa Naomi Osaka.

Aunque Andreescu es la única de las tres que ya sabe cómo ganar el último torneo de Grand Slam de la temporada, se lo quedó en el 2019 siendo la gran revelación y sorpresa cuando hizo su debut a los 19 años, Barty, la número uno del mundo, y Sabalenka, que le sigue, llegan en mejor forma a la lucha por el título femenino.

Sin la estadounidense Serena Williams, 23 títulos de Grand Slam en el torneo, debido a que sufre lesión muscular en la pierna derecha, Flushing Meadows se encuentra sin la sustituta que acapare todo el interés y entusiasmo que generaba la campeona estadounidense.

Barty, de 25 años, mejor clasificada, regresa a Nueva York, ganando su segundo título importante en Wimbledon y sumando el de pista dura en WTA 1000 de Cincinnati en su último evento en preparación para el Abierto, que jugará por sexta vez.

«Se siente como si hubiera pasado mucho tiempo desde que volví a Nueva York», comentó Barty. «Esta semana va a ser emocionante. Habrá aficionados en las gradas. Eso traerá mucha energía a este torneo. Este es un torneo que prospera con la energía. No puedo esperar para empezar».

Optó por no jugar el Abierto de Estados Unidos porque no se fue de Australia durante la pandemia de coronavirus el año pasado y dijo que ni siquiera vio el torneo debido a la diferencia horaria.

Barty se relajó principalmente en casa antes de reanudar su entrenamiento en octubre.

Ahora está inmersa en un viaje por carretera de un mes, sin haber regresado a Australia desde que llegó a los Estados Unidos para el evento de cancha dura de Miami en marzo, donde venció a Sabalenka y Andreescu por uno de sus cinco títulos esta temporada.

«Creo que ha tenido un año increíble. Es realmente genial ver a alguien jugar de manera tan constante», admitió Osaka, la actual campeona del Abierto y número tres del mundo.

Osaka, que ahora vive en California, también admira la fuerza mental de Barty, que no ha vuelto a casa desde el Abierto de Australia y su concentración se mantiene en lo más alto.

«No soy el tipo de persona que podría hacer eso. Es realmente increíble que ella esté al nivel que ha alcanzado, siendo ejemplo para el deporte del tenis», destacó Osaka, que solo podría enfrentarse con Barty si ambas llegan a la final.

A la que sí podría enfrentarse antes, en semifinales, sería con Sabalenka, de 23 años, que se presenta para disputar el cuarto Abierto y nunca ha superado la cuarta ronda en Nueva York.

Sabalenka que posee un tenis de gran poder físico cayó en la segunda ronda del año pasado al mostrar una gran falta de confianza cuando llegó a los torneos importantes.

 

Pero las conversaciones con su psicóloga deportiva le han ayudado. Tuvo su mejor resultado en un torneo importante al alcanzar las semifinales en Wimbledon antes de ser superada por la checa Karolina Pliskova.

Si bien Sabalenka dice que ha trabajado con la psicóloga durante cinco años, explica: «Solo ahora, comienzo a ser honesta con ella sobre los Grand Slams, y quizás empiezo a ser más abierta con ella, reconociendo mis problemas en los Grand Slams, que en realidad tenía miedo de algo».

Pliskova, finalista en la edición del 2016, es la cuarta cabeza de serie, y la semifinalista de 2019, la ucraniana Elina Svitolina, de 26 años, es quinta.

Detrás de ellas está Andreescu, quien se ha visto afectada por lesiones desde su victoria en Nueva York y no ha pasado de la segunda ronda de un Slam desde entonces.

«Se me puso la piel de gallina cuando entré en Armstrong (Estadio) el primer día. Simplemente me trajo de regreso a 2019. Es bueno tener esos sentimientos al entrar en un torneo», comentó Andreescu, de 21 años. «Así que me siento bien y saludable, algo que creo es genial».

Del resto del cuadro femenino, la polaca Iga Swiatek, de 23 años, es séptima cabeza de serie, y en su tercer abierto buscará superar la tercera ronda, su mejor clasificación y de llegar a cuartos podría enfrentarse a Barty.

La checa Barbora Krejcikova, de 25 años, actual campeona de Roland Garros, llega a su primer Abierto como octava favorita y en la cuarta ronda podría enfrentarse a la española Garbine Muguruza, de 27 años, novena cabeza de serie, que vuelve a ser la gran esperanza del tenis femenino español, si llega con su mejor inspiración a Flushing Meadows, que es una de sus asignaturas pendientes.

EFE noticias

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