Berlín.- La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, anunció hoy que el embajador iraní en Berlín ha sido convocado para transmitir la protesta de Berlín ante la ejecución de dos manifestantes en Teherán el pasado fin de semana.
El objetivo de la medida es «dejar claro que la brutal represión, opresión e intimidación de la población y las dos ejecuciones más recientes no quedarán sin consecuencia», dijo durante una rueda de prensa en Berlín con su homólogo chipriota, Ioannis Kasoulides.
«Se llamaban Mohammad Mehdi Karami y Mohammad Hosseini», señaló, en relación a los ejecutados, y agregó que «un régimen que asesina a sus propios jóvenes para intimidar a su población no tiene futuro».
Baerbock abogó además por endurecer el régimen de sanciones europeas contra la Guardia Revolucionaria iraní, empleando para ello las herramientas legales previstas para casos de violaciones de derechos humanos.
Este tipo de sanciones fueron creadas expresamente para situación en las que «un régimen intimida a su propia población», insistió la ministra, por lo que permiten castigar de forma específica e individual a los responsables de estos crímenes.
Por el contrario, la aplicación de las sanciones correspondientes a organizaciones clasificadas como terroristas se encuentra con obstáculos «políticos y legales» en el seno de la Unión Europea (UE), explicó, mientras que su efecto no sería necesariamente «más duro».
A pesar de ello, admitió que muchos en Alemania creen que incluir a la Guardia Revolucionaria en la lista de organizaciones terroristas sería lo adecuado desde un punto de vista político e «importante como señal», por lo que la ministra se comprometió a seguir examinando las posibilidades legales para incluir a la institución iraní en esta categoría.
«Lo importante es no cerrar los ojos y no resignarnos», dijo, preguntada por el efecto que las medidas europeas de presión han surtido hasta ahora en la represión de las protestas por parte de Teherán.
Baerbock reconoció que en «cuestiones de política interior», lo que se puede hacer es «limitado», como demuestran según ella casos como los de Rusia y Bielorrusia.
A pesar de ello, es preciso dejar claro que Alemania y la UE están del lado de las personas que «quieren libertad», remachó, así como recabar pruebas para que los responsables de la represión de los ciudadanos sean sancionados y rindan un día cuentas ante la justicia.
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